X

¡Carta abierta a Ernesto Orozco!

Por Emiliano Piedrahita

Señor alcalde Ernesto Orozco, quiero empezar diciendo que en una columna de opinión escrita por mí en pleno debate electoral, titulada “Quién gana, Quién pierde, si gana Ernesto” finalice diciendo: “como cosa curiosa, aunque Ernesto ganara las elecciones, también perdería, porque no lo van a dejar administrar a su manera y forma de hacerlo, todo debido a esa cantidad de políticos que entraría a imponer el gabinete de gobierno y a pretender que Ernesto les pague el favor político con burocracia”. 

Esto aún no se ha visto reflejado, pero se presume que puede pasar y creo que Usted no va a romper los compromisos. La libertad de escoger con quien quiere gobernar debe estar sujeta a las necesidades que tiene la ciudad y a sus promesas de campaña, es decir que quienes sean sus secretarios o secretarias de despacho, sepan que usted es un hombre de resultados, en donde la marcha de sus gestión no pueda ser empañada por la piedra en el zapato de sus mismos colaboradores.

Usted es consciente de que Valledupar está patas arriba, sobre todo en seguridad, donde encuentra un inventario desastroso de 421 homicidios desde el 2021 al 8 de diciembre de 2023, y su crecimiento no da tregua, usted toma posesión de una ciudad con la peor crisis en movilidad, en el espacio público, una ciudad sin proyección urbana, con una tasa de desempleo que incrementa cada días más la delincuencia, de una ciudad que se ubicó como la cuarta ciudad de Colombia con mayor porcentaje de personas en condición de pobreza monetaria con un 48,5%, (datos del DANE). 

Señor alcalde, Valledupar necesita más un gerente público que un político, y usted de gerencia si sabe, tiene toda la oportunidad de demostrar que era necesario elegirlo como alcalde y que esos 4 años perdidos con la actual administración le va permitir generar una reingeniería que posiblemente va a ser el éxito de su administración.

Valledupar desde la administración del doctor Rodolfo Campo Soto, quien imaginó la ciudad y la proyectó de tal manera que quienes lo antecedieran continuaran esa ambición  que todos queremos de ciudad, se han realizado cosas importante sin discusión alguna, pero cada quien ha dejado un sinsabor en su crecimiento urbanístico y todo porque el plan de ordenamiento territorial lo han cogido de bolita de pin pon y cada quien hace lo que quiere.

Señor alcalde, llegó el momento de ponerles punto final a los elefantes blancos que tiene Valledupar, en la que se han gastado sumas importantes del presupuesto y que al día de hoy están inconclusas, como es el caso de la famosa casa en el aire que hace honor a su nombre porque así quedó “en el aire” .

Los vallenatos esperamos tener un alcalde que desde el primero de enero 2024, empiece a trabajar por la reducción del raponeo, robos a mano armada, extorción, abigeato, muertes selectivas, ollas de microtrafico que tanto daño le está haciendo a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre otras situaciones que usted ya las conoce, esperamos que los famosos consejos de seguridad, se hagan para prevenir y no para lamentar.

Debo confesar Señor alcalde, que aunque el voto es secreto, yo no vote por usted y no lo hice porque existían más opciones, pero creo que su pensamiento es gobernar para los 500 mil habitantes que tiene la ciudad y no convierta su administración de muchos caciques y pocos indios, que eso precisamente es lo que ha ocurrido en las administraciones pasadas que le causa daño a la gestión de los gobernantes. 

El alcalde debe estar preparado para romper paradigmas  en la gestión pública tradicional, debe ser un agente que promueva el cambio en favor de todos los ciudadanos y ciudadanas.Por último, doctor Ernesto Orozco, un buen alcalde tiene que saber gestionar, ser un buen árbitro, ya que tendrá que tomar decisiones sobre prioridades en detrimento de opiniones adversas de conciudadanos. Ser fiel con las metas y proyectos pero realista respecto a las formas de lograrlo, y que las inversiones no sean obras de arte sino inversiones prácticas.

Categories: Columnista
Emiliano Piedrahita Porras: