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Carlos Hugues Araújo Morón, hombre de bien

Pedro Norberto Castro con su tío Carlos Hugues Araújo Morón.

Con mucho pesar registro la triste partida de un gran ser humano; mi tío Carlos Hugues Araujo Morón, quien fue un hombre de bien, bonachón y de sanas costumbres sociales y morales.

De él mantengo vivo un antecedente que desde niño penetró profundamente en mi mente y que hace parte de mi anecdotario respecto de esa persona que partió hacia el infinito pero que nos deja un gran legado por sus buenos actos como hombre, hijo, hermano, esposo, padre y abuelo ejemplar.

Transportes aéreos del cesar LTDA – TAC se creó el 13 de julio de 1968 por iniciativa de un grupo de pilotos e inversionistas, que, conociendo las necesidades de transporte aéreo de la región, decidieron enlazar a Valledupar, la capital del recién creado departamento del cesar e importante centro ganadero del norte del país, con otras regiones del territorio colombiano. 

La nueva línea aérea estaba respaldada por la asociación agropecuaria del César, ASOCESAR, quienes apoyaron financieramente la adquisición del equipo de vuelo. 

TRAGEDIA AÉREA

Sus operaciones con modalidad de aerotaxi se iniciaron con dos pequeñas aeronaves Cessna 402 con capacidad para 9 pasajeros las rutas originales unían a Valledupar con Barranquilla, Medellín, Santa Marta, Maicao y Bucaramanga.

A las 7 de la mañana, del sábado 5 de febrero de 1972, el avión HK-1139 de transportes aéreo del César despegó desde el aeropuerto El Dorado hacia Valledupar donde debía aterrizar a las 9 de la mañana en el aeropuerto Alfonso López, varias familias esperaban la llegada de sus seres queridos, pero esto nunca pasó. Pensaban que se trataba de un retraso común, debido a la escala que daría la aeronave en Barrancabermeja; las horas pasaban y con ellas la preocupación aumentaba punto hacia el mediodía se empezó a programar la noticia sobre el avión que se encontraba desaparecido.

De todo se especuló, incluso que había sido secuestrado y se encontraba en Cuba, pero la información fue desmentida por el gobierno de este país.

Al inicio se había especulado que el avión había sido secuestrado.

La búsqueda del HK -1139 se extendió por más de dos días no hubo campesino en el Cesar que no asegurara haberlo visto en algún lugar. 

Finalmente, el 8 de febrero fue encontrado se confirmó lo que ya se temía, se había accidentado.

El avión había impactado con el Cerro Azul, en la serranía del Perijá, los diferentes medios así lo anunciaron, los titulares afirmaban que no había nada que rescatar puesto que el avión estaba totalmente calcinado y el lugar sería declarado campo santo.

Los medios de comunicación registraron la noticia del avión accidentado.

SU LABOR EN EL MUNICIPIO 

En el municipio de Robles, antiguo departamento del Magdalena grande Carlos Hugues Araujo Morón fungió por muchos años como tesorero, posteriormente, segregados y erigidos en el departamento; un 19 de junio de 1968 tomó posesión como alcalde municipal, luego en años posteriores fue electo concejal del municipio durante varios periodos.

Como altruista e inclinó su actividad en favorecer al más necesitado de la sociedad, por ello junto con Marino Zuleta Ramírez, Gustavo Gnecco Oñate, Marcos Guevara, Calderón, José María Enrique Cotes, César Daza Díaz, y muchos amigos de La Paz, fundaron en 1971 el Club de Leones La Paz Francisco, desde allí adelantaron muchas obras sociales en favor de la comunidad brindándoles abrigo a sus necesidades médicas y sofocándole las inclemencias dadas por la pobreza.

María Teresa Araujo de Cruz, su cuñada había embarcado en dicha aeronave y ante la cruda realidad a mi tío no le quedó otra alternativa que ponerse a disposición de las autoridades y organismos de Socorro en la búsqueda de los pasajeros y tripulantes, tenía una ventaja, eran tierras conocidas por él; por cuanto en la época ya gozaba en la región de La Jagua y Becerril del reconocimiento de campesinos y finqueros como hombre probo debido a que había invertido en una linda propiedad del sector llamada ‘Las Ilusiones’. 

Fueron más días de intensa búsqueda, la ilusión se desvaneció al encontrarse con un imposible; las pérdidas humanas y materiales fueron incalculables tanto que al no encontrar sobrevivientes se declaró el sitio como campo santo, eran tantas las ganas de servir que a pulso y con la recolecta de fondos de personas de buen corazón, rifas y bazares construyeron su sede social para brindar servicios médicos y odontológicos a los habitantes del municipio y lo que fue más tarde epicentro de reuniones sociales y festividades familiares. 

Se recuerda la compra del lote e iniciación de la construcción del hospital Marino Zuleta, principal centro de salud de los pacíficos.

POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ESPECIAL PARA EL PILÓN

Categories: Especial
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