X

Carlos Bloom, espejo para futuras generaciones

Mánager es la persona que guía la carrera profesional de un artista en la industria del entretenimiento; sin embargo, al momento de definir lo que representa Carlos Bloom como persona y como profesional, pareciera ser poco.

Para ser claros, poco o nada conozco del sector donde labora el señor Bloom y no me gusta elogiar si no existe un merecimiento. No obstante, la trazabilidad profesional de Carlos Bloom nos lleva a valorarlo como un personaje público e ilustre de nuestra ciudad.

Entonces, destacarlo solo como el representante de Silvestre Dangond, a pesar de ser un gran mérito, pienso que podría quedarme corta. Aunque es muy importante ser el mánager de un cantante de la talla de Dangond, lo de Bloom es mucho más que eso, es un empresario y es precisamente lo que ha logrado junto a este, lo que lo hace superior y le permite considerarse dentro de los mejores mánager musicales del país, incluso con reconocimiento en el exterior. A pesar de que no posa de importante, tampoco le es dado menospreciarse y disminuirse; crece y hace crecer a su representado.

Su sensatez y naturalidad permiten que sea considerado un líder entre muchos, capaz de guiar e influir a diversas personas, al reconocerse su responsabilidad, disciplina, constancia, actitud, criterio y capacidad para la toma de decisiones.

En lo personal, resalto el hecho que, aunque está en el sector de la industria de la música, tiene capacidad de opinar de distintos temas, que en muchas ocasiones están relacionados con lo público; sabe asumir posturas y se logra desenvolver con propiedad, lo cual le evita quedar frente a los demás como un charlatán que opina sin bases o sin conocimiento.

Por otra parte, se le puede resaltar su especial aprecio a Valledupar, se ve que conoce la ciudad, su problemática, su economía y temas varios relacionados con el sector público. Las veces que se le ha visto opinar de Valledupar, se percibe que la entiende, razón ésta por la que le invito a que no se quede corto frente a estos temas de la ciudad.

Su comportamiento siempre respetuoso, jovial, “con los pies puestos en la tierra” y su capacidad de relacionarse con las personas de cualquier condición, le permite tener conexión con aquellos que le siguen y lo consideran líder, ya sea en lo musical o en lo personal.

Hoy día, es prudente que se destaquen los personajes y líderes de nuestro terruño, aquellos que han generado impacto en distintos aspectos de nuestra ciudad y que incluso se consideran líderes en distintas áreas, sin enfocarnos únicamente en aquellos de “saco y corbata”, ya que es importante que las nuevas generaciones encuentren “espejos en que mirarse” y desarrollen distintas potencialidades.

Valledupar tiene que dejar de seguir pensando solo en liderazgo de guayaberas almidonadas y reconocer al que creció en el día a día, preparándose y planeando en un presente lo que sería en un futuro.

Bloom logró dar altura, en el ámbito local, a un ejercicio que antes muchos no consideraban una alternativa como profesión o consideraban un asunto informal y hasta menor, lo que le permite ser espejo de futuras generaciones, en una ciudad que hoy es considerada como ciudad creativa de música por la UNESCO.

Categories: Columnista
Josefina Castro Gonzalez: