La República de Colombia solo ha tenido dos presidentes (Rafael Núñez y Juan José Nieto), 23 ministros de Haciendas entre 1821 y 1900, ninguno en el siglo XX y menos en el actual. Los círculos de poder se cierran para el caribeño, pero son usados para consolidarlo. Estas afirmaciones hacen parte de la exposición del economista Adolfo Meisel, miembro de la Junta Directiva del Banco de la República y futuro rector de la Universidad del Norte, que lidera junto la iniciativa Casa Grande Caribe, cumbre para la inclusión y la transformación social.
Meisel junto con Jaime Bonet, director del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República, llegó a Valledupar a contar los avances en dos trabajos de investigación que han llamado ‘Liderazgo y futuro de la Costa Caribe’, y ‘Financiamiento del desarrollo social y calidad del gasto’.
Palabras más, palabras menos, se trata de encontrar el camino para que el Caribe resurja de las cenizas y se empodere de los círculos de decisión para que el rezago que trae a cuestas, sea historia. Pero para eso, se deben identificar nuevos liderazgos que reemplacen a los liderazgos negativos que hay en la actualidad. En los siete departamentos costeños existen líderes que están esperando una oportunidad.
Bien lo dijo Meisel al identificar los factores que contribuyen al escaso liderazgo político de la región Caribe en la actualidad: estructura económica y social, rezago económico y en los indicadores sociales, atraso relativo de las zonas rurales, dispersión en múltiples centros económicos urbanos (una región multicéfala); así como la debilidad de la democracia caribeña que hace evidente la ausencia de la región Caribe en los equipos económicos y asegura que los factores que generan esta situación obedecen al centralismo, debilidad educativa y económica de la región, dependencia, entre otros. Ni qué decir de la ausencia de vocación de poder en la esferas de la dirigencia Caribe, lo que se manifiesta, así lo dijo textualmente Meisel, “en la ausencia de una visión de lo que debe ser el país y de un marginamiento en el debate político en los temas de mayor trascendencia como la paz, la justicia, el manejo económico, la política internacional del país, entre otros.
Lo que se busca con Casa Grande es lograr un Caribe empoderado y estas investigaciones tienen como epicentro la identificación de inversiones específicas para brindar solución al atraso social relativo de la Región Caribe, a través de cinco áreas puntuales, en las que la Región ha mostrado importantes desafíos a lo largo de su historia: educación, nutrición, salud, saneamiento básico y financiamiento y calidad del gasto.
¿Cuáles son los liderazgos del Cesar? ¿Los que tenemos hoy son suficientes o no son verdaderos líderes, los que lograrán que la Costa sea escuchada en Bogotá?
Interesante conocer los resultados de estas investigaciones, que al final dirán las inversiones que deben realizar el país y la región Caribe para cerrar las brechas existentes en los temas mencionados.