Siguen igual o peor y me refiero a los mototaxistas. Tanto aconsejarles y parece que los consejos le entran por un oído y le salen por el otro. Cada día hay más de cinco accidentes y por lo menos cuatro muertos semanales, son tan irresponsables estos conductores. Que vamos hacer con esta plaga que debe evitarse.
Valledupar no puede seguir dándole la espalda al fenómeno que amenaza cada vez más con tomarse las calles y carreras: el aumento de la cantidad de motos. Alrededor del 70 % la usan para uso personal y el 30 % para atracar, robar y violar todas las normas de tránsito. Su crecimiento ha sido de tal magnitud que, incluso, se le ve como verdadera competencia del transporte público, puesto que el 80 % de los mototaxistas se bajaron de los buses para subirse a las moto.
Pienso, que mientras no se ofrezca un transporte público, de un sistema intermodal sostenible, rápido, cómodo y seguro que hasta los que hoy se mueven en moto lo prefieran, no se acabará el problema. La moto por su facilidad de crédito, su bajo costo, economía y versatilidad, es el vehículo de los vallenatos.
He dado en mis columnas muchas recomendaciones a estos mototaxistas para ver si cambian o mejoran, pero nada. Siguen incultos, irrespetuosos, borrachines, violadores de todas las normas de cultura ciudadana. La mayoría no tienen licencia, nadie les quiere expedir un SOAT, no usan casco protector, imprudentes como sobre pasos arriesgados y zigzagueante, muchos no tienen licencia de conducir, no hacen el curso, y menos conocen las normas de tránsito, por eso es importante cambiar la cultura a los mototaxistas. A estos hay que exigirles mejores estándares para los cascos que no tienen la calidad que les brinde la suficiente protección. Si es posible implantarle un pico y placa excluyendo a los estudiantes y exigirle al parrillero el casco que tampoco lo usa.
Finalmente creo que el aumento de motos exige políticas específicas y les recuerdo a los mototaxistas que cada vez que vayan a salir en estado de embriaguez lleven un carné autorizando donar sus órganos en caso de muerte por accidente.
Y como es mi costumbre trataré otros temitas: la administración municipal en buena hora nombró a un grupo de facilitadores de la movilidad, son jóvenes cuyo objetivo es orientar el tránsito y evitar que se formen trancones en las principales arterias de la ciudad. Estos facilitadores están recibiendo capacitación en la Secretaría de Tránsito en normas de tránsito y cultura y actualmente están apoyando a los uniformados azules del tránsito que dentro de sus demás obligaciones prestan ese mismo servicio. Estos jóvenes vienen dando lo mejor de sí para contribuir a una mejor movilidad. Quiero ponderar el trabajo de estos jóvenes que con buenos modales les insinúan normas de cultura ciudadana a los conductores, como indicarle a uno que use el cinturón de seguridad.
La congestión vial que padece Valledupar se tornara más aguda dejando estacionar vehículos en las vías, porque esta se reducirá como en la carrera 9ª. Es menester erradicar la pereza de la gente que utiliza el vehículo para ir a sitios cercanos, caminar es saludable y permite disfrutar del paisaje, encontrase con amigos y en fin, sacar el mejor provecho a la ciudad.
Medidas como estas que permitan parqueos en las calle, hacen que aparezcan jovencitos y adultos que se sienten dueños de las calles y exigen dinero por cuidar el carro y si no pagan se exponen a un madrazo. Además, el vehículo quedaría expuesto al robo de sus piezas externas. La semana pasada frente a mi casa (plaza Alfonso López) le robaron los retrovisores a mi vehículo y de acuerdo con informaciones, el joven que se lo robó lo vendió en El Bolichito, infortunadamente muchos comerciantes se prestan para esta vagabundería, son vulgares reducidores que compran mercancía robada.