I
Que la luz de la alborada
sea sublime bendición
para abrir el corazón
a la paz tan anhelada.
La vida siempre es sagrada
vivamos serenamente,
sí el amor está presente
se humaniza la conciencia
y se frena la violencia
de tanta muerte inocente.
II
Tierra del amor – amor
de esta música querida,
hoy cantamos por la vida
para que cese el rencor.
La guerra siembra el dolor
en los pueblos y montañas,
las armas son las guadañas
del odio con su reproche;
que cese la horrible noche,
brille el sol en las cabañas.
III
En paz y reconciliación
hay que vivir como hermanos
y agarrados de las manos
defendamos la Nación.
La guerra y la corrupción
que terminen sus andanzas;
la justicia es la que afianza
respeto y honestidad,
el progreso es equidad
y la paz es la esperanza.
IV
La paz un sueño alcanzable
de anhelos y libertad,
vivamos en hermandad
con sentido responsable.
La violencia es detestable
siembra ruinas y dolor.
La paz es el esplendor
que Colombia necesita,
porque la vida es bendita
cuando florece el amor.
Por José Atuesta Mindiola