El Festival Vallenato es más que una fecha para venir a beber; es los Willys, los piloneritos y piloneras, las parrandas en la plaza y en las casas, los concursos, la canción inédita, la piqueria. Es valorar a los juglares, es el abrazo y saludo de propios y extraños, es cenar con vallenato, es el corazón de la economía en Valledupar, es nuestra ventana al mundo y las fechas para demostrar que en la región Caribe contamos nuestras historias cantando, al final, el valle estaba alegre y cantó, como lo dijo Unaldo José Rocha en su merengue “Canta Valle, Canta”, ganadora de la canción inédita.
Y el éxito del festival no solo se ve desde las cifras; se debe mirar lo cualitativo y lo cuantitativo. En ese sentido, podemos decir que el festival, desde la alegría de la gente, las personas en los eventos y en las calles, fue un éxito, fue gratificante ver a Valledupar contenta y la economía moviéndose sin importar la lluvia.
En los datos, podemos mencionar que en el festival se realizaron 61 eventos, ingresaron 227.000 visitantes, se presentó 100 % de ocupación hotelera, se registraron 108 vuelos, fueron 68.061 personas que transitaron por el Terminal de Transporte, según comentó el gerente WynterDíaz, un 81 % menos de hurto a personas, 201 extranjeros y 0 muertes en accidentes de tránsito.
Después del Festival Vallenato, es importante resaltar aspectos positivos, como la notable presencia de seguridad y el primer plan de separación y aprovechamiento de residuosliderado por la secretaria de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo. También hubo una variedad de eventos y la siempre cálida atención de los vallenatos.
Para mejorar, se necesita un mayor control tarifario en los servicios de taxis e Indriver. La final del concurso vallenato fue percibida como plana y carente de emoción, y se evidenció una falta de información clara sobre las normas y los concursos. Estas áreas de mejora pueden ser clave para elevar la calidad del Festival en el futuro.
Para finalizar me quedo con esta reflexión: en una parranda vallenata, en medio de las notas y risas, resonaba un verso que decía: “No hay que ser profesional para expresar lo que uno siente”. Este mensaje encapsula la esencia misma del vallenato, donde cada año, a través de la música y las letras, se tejen historias que se convierten en la voz de un pueblo, en la manera en que el Caribe colombiano comparte sus alegrías y tristezas, sus triunfos y desafíos. El vallenato es una expresión cultural que se piensa, se expresa y se canta con el alma y con el corazón, mostrando al mundo la riqueza y profundidad de nuestra identidad vallenata.
Alfredo Jones Sánchez – @alfredojonessan