EL PILÓN y el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, CESORE, comenzaron el pasado lunes una serie de informes sobre la situación social y económica de Valledupar y el Cesar, como insumos para que los candidatos al Congreso de la República construyan propuestas de solución y se las propongan a la ciudadanía con el fin de ganarse sus votos.
Es una manera de cualificar el debate, de darle altura y por qué no decirlo, de obligar a los candidatos (as) a construir unas plataformas programáticas, con ideas y propuestas, que vayan más allá de la labor que han de conseguir contratos y puestos para la región.
Además, son elementos para ejercer el necesario control político – uno de cuyos instrumentos más conocidos es la citación a rendir cuentas, a debates, a los altos funcionarios del Estado- control que se ejerce sobre temas nacionales, pero también sobre los regionales que también interesan a la Nación, para hacerla receptiva al dolor o ilusiones de los ciudadanos de las provincias.
Para nadie es un secreto la difícil situación que atraviesa nuestra comarca. El Informe, -el primero versó sobre el tema de seguridad-, siempre utilizando datos oficiales, en este caso del Instituto Nacional de Medicina Legal, mostró la tendencia ascendente que tiene el departamento en cuanto a homicidios, muertos en accidentes de tráfico, suicidios y muertes accidentales. Si se toman los últimos 5 años, ese es el resultado.
En el año pasado perdieron la vida por causa de estas muertes violentas 3.167 cesarenses, de las cuales 967 fueron en Valledupar.
En esta ciudad hay un homicidio cada 4 días y en todo el departamento casi que uno diario. 292 en 365 días.
Adicionalmente, se presentaron 317 muertos por accidentes de tráfico. Matan más los carros que las balas en el departamento.
La reflexión de fondo para toda la ciudadanía y para las autoridades, es cuántas de esas muertes eran prevenibles, cuántas se hubiesen podido evitar. Cuántos familiares y amigos pudiesen estar aun gozando de la compañía de sus seres queridos.
Seguramente muchas eran prevenibles si hubiese una adecuada atención psicológica para prevenir el suicidio; si hubiese mayor control en la movilidad para evitar los muertos por accidentes de tránsito y si hubiese una estrategia de seguridad ciudadana, más pie de fuerza e inteligencia, trabajo con la comunidad, más y pronta justicia, muchos homicidios se hubiesen podido evitar también.
Finalmente hay que decir y para que se quede en el corazón de cada quien, los 3.167 muertos violentos del año pasado no es una cifra. Fueron vidas, huérfanos que quedaron, viudas que sufren y madres que lloran.
EL BÉISBOL SACÓ LA CARA
Colombia, con Caimanes de Barranquilla, era la invitada a la Serie del Caribe, dominada, en sus más de 70 años, por sus miembros, los países de Centroamérica y el Caribe, incluidas nuestras hermanas Venezuela y Panamá, donde el béisbol es el deporte principal.
Ganar en la sede, República Dominicana, al equipo de casa, de forma contundente, ¡es muy meritorio! ¡Felicitaciones! También a los seguidores de la pelota caliente en esta gran región a la margen derecha del río Magdalena.