El abogado Jhon Flórez, nacido en el municipio de Chiriguaná, dialogó con EL PILÓN sobre su primer libro, desde el cual argumentó que el “campesinado es la columna vertebral de la sociedad”, y criticó las políticas rurales que han existido en Colombia y el departamento del Cesar. El investigador cesarense aseguró que su participación en la Feria del Libro de Bogotá, este 23 de abril, será una oportunidad para exponer su visión del sector agro a nivel local y nacional.
¿En este libro sobre el sector agro se aborda el escenario local?
Sí, el libro parte de lo general a lo particular, es un homenaje a los campesinos de Colombia, especialmente a los del departamento del Cesar. Este libro consta de un antecedente histórico de las distintas luchas campesinas que se han dado en Colombia desde 1920.
Hablamos sobre la primera reforma que se hizo en el país, la del 1936, del expresidente Alfonso López Pumarejo con la gran ‘Revolución en Marcha’, la cual sufrió un retroceso en materia de tierra porque las élites políticas que han dominado el país aumentaron a 20 años el tiempo en el que una tierra improductiva debía volver al Estado.
También abordamos la modificaciones de los gobiernos posteriores, cuando se crearon la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC, el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, ICORA y el Departamento Nacional de Planeación, DNP, pero estas reformas han sido muy tibias porque no resuelven el problema de la tenencia de tierras y tampoco se le garantiza al campesino la propiedad y el goce de las mismas.
¿Qué aspectos de este tema toca en el departamento del Cesar?
Hicimos un análisis de los planes de desarrollo del departamento del Cesar, desde 1995 a los años 2000, donde aparece Mauricio Pimiento con ‘El cuento social’, que alcanzó a manejar 1.5 billones de pesos. También abordamos ‘Hacia un nuevo siglo’ de Lucas Gnecco, cuyo gobierno no pudo terminar por investigaciones de la justicia. Ahí nos dimos cuenta que no hubo articulación entre la política pública agraria nacional, departamental y municipal.
Por supuesto, relatamos cómo las guerrillas y el paramilitarismo se enquistaron en el departamento y tuvieron un papel fundamental para desplazar a los campesinos y despojarlos de sus tierras, que hoy son explotadas por las multinacionales o con monocultivos.
¿Y en la actualidad, cómo cree que está el departamento del Cesar en política agraria?
En el departamento del Cesar hay aproximadamente dos millones trescientas mil hectáreas aptas para el cultivo, pero hay más de un millón novecientas mil que están en la ganadería extensiva y en los monocultivos; solo más de cien mil hectáreas están siendo ocupadas por el campesinado y eso no garantiza la seguridad alimentaria de este departamento.
El Cesar no está produciendo lo que se está consumiendo y eso es una preocupación para el vivir actual y los gobiernos venideros ya que aquí la gente pasa hambre.
Además de lo mencionado, ¿qué cree que le falta al campesinado del país y la región para mejorar sus condiciones de vida y productividad?
El campesinado tiene que ser sujeto de derechos en Colombia porque no se puede desconocer que el campesino es la columna vertebral de la sociedad, porque es el que garantiza el alimento día a día a todos los hogares colombianos. El campesino no pide más nada: que lo dejen vivir y trabajar la tierra.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.