Consideramos que el sector agropecuario del departamento del Cesar, que viene a travesando una profunda crisis, no puede menos que solicitar que los aspirantes a representar o llevar la vocería de los intereses de sus habitantes, deben tener dentro de sus líneas gruesas o prioritarias de sus programas de gestión, los basamentos económicos, social y ambiental de esta división de Colombia, que aunque explote intensamente la minería del carbón no es menos cierto que sigue siendo el sector agropecuario el que aporta una buena contribución al PIB (Producto Interno Bruto departamental).
Estas gestiones o escenarios, les impone la necesidad de coadyuvar para que la producción agropecuaria mantenga índice de productividad en el campo y así garantizar el abastecimiento alimentario de nuestra población y generar trabajo como pilares fundamentales para crear desarrollo, obviamente, progreso que trae consigo la paz y claro, propender por una recuperación de gran parte de los deteriorados o desertificados suelos, así como la protección ambiental que incluye la adaptación al cambio climático con la consabida gestión del riesgo.
En tal sentido, hemos construido mensajes o agenda estratégica para que sea tenida en cuenta o implique compromiso:
* Lograr mecanismos efectivos para reducir el costo de los insumos, vale decir, fertilizantes, maquinaria, entre otros.
* Interponer sus buenos oficios para minimizar la carga impositiva que los graba, pero a la vez, que se vigile y controle la calidad de los mismos, así como regular la intermediación, su importación y comercialización.
* Contribuir para que se reestructure la política crediticia que contenga un verdadero programa de alivio de las deudas del sector agropecuario, vale decir, ampliación de cobertura, desembolsos oportunos y bajas tasas de interés.
* Buscar que el Estado a través del Gobierno próximo promueva el desarrollo agropecuario con actividades de investigación, asistencia técnica, construcción de sistemas de riego, educación rural, vías terciarias y electrificación.
* Lograr apoyo para mitigar efectos negativos de los fenómenos naturales que afectan al sector agropecuario.
* Promover la asociatividad de productores agropecuarios como mecanismo de desarrollo y defensa de los procesos de comercialización, y a la vez, controlar el acaparamiento de los productos agropecuarios.
* Promover programas para incentivar construcción de distritos de riego.
* Gestionar la regionalización de los cupos Finagro para que se distribuyan de manera equitativa en todo el país e incrementar los incentivos, ICR, CIF, y otros.
* Conseguir que se promueva el consumo de productos agropecuarios de producción nacional, tanto para la población en general como para los programas alimenticios del ICBF, fuerzas armadas, restaurantes escolares y comunitarios.
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NOTA: Admirable y respetable la decisión tomada por el exconcejal Carlos Andrés Cotes Maya, quien renunció a su condición de militante en algún grupo conservador para quedar en libertad de contribuir con su gestión política en otras huestes.
*Especializado en gestión ambiental.