El 11 de marzo se sentirá el primer gran pulso de las elecciones del 2018, la elección al Congreso definirá la fuerza parlamentaria de los candidatos a la Presidencia de la República; lo que de inmediato será un factor importante para los aspirantes a la primera magistratura de la Nación.
Si miramos como están las cosas hoy, Gustavo Petro logró arrebatarle el entusiasmo y la notoriedad que lucía Sergio Fajardo, el candidato de la coalición por Colombia sufre los efectos de posiciones ambiguas y borrosas, al exgobernador de Antioquia parece que le cuesta comprometerse con respuestas claras y directas, por lo que el ciudadano no lo comprende provocando un desanimo en un gran sector que al principio lo veía como presidenciable, pero que poco a poco observa como esa campaña desaparece.
German Vargas Lleras en cada recorrido que hace demuestra donde está su fortaleza y en donde centra el poder de su campaña, en cada lugar al que asiste se exhibe con caciques, con las casas políticas más representativas de cada departamento, con manifestaciones muy concurridas, pero esto no se está reflejando en los diferentes sondeos donde aparece siempre en un tercer o cuarto lugar y su apego a las maquinarias no le permite mostrar vuelo propio.
Iván Duque Márquez tendrá la oportunidad de disputar su candidatura en una consulta para definir entre él y Marta Lucía Ramírez, el otro aspirante no tiene posibilidades, así que no vale la pena nombrarlo; aunque al candidato Duque no le favorecían las encuestas, desde que empezó a caminar el país de la mano del expresidente Uribe, la cosa cambió y el color de su campaña empieza a verse vigoroso, no se puede olvidar que el mismo Uribe sabe lo que es empezar una campaña desde cero hasta lograr las amplias mayorías para disputarse la presidencia de la República, como en su caso, o ir a una segunda vuelta como ocurrió con Zurriaga, aunque un grupo extremista del centro democrático no se sienta cómodo con su candidato es innegable que el dedo de Uribe aún mueve sentimientos en muchos electores que no dudarán en apoyar su candidato.
Humberto De la Calle no logra ubicarse entre los favoritos, su valentía, prudencia y la inteligencia con la que afrontó la difícil tarea de liderar el grupo del gobierno que dialogó con las Farc, le ocasiona un efecto contrario a sus expectativas y muchos colombianos no le perdonan que haya logrado la firma de un acuerdo como salida de conflicto, será porque en este país todos quieren un acuerdo que responda a los intereses de cada sector político o religioso.
Por ahora el gran fenómeno y del candidato que todos hablan es Gustavo Petro, el castrochavista, el mal administrador, el exguerrillero, pero con todo esos señalamientos lidera encuestas y convoca a plaza pública; pero los vientos súbitamente pueden cambiar y pueden llevar al velero a navegar hacia la derecha, lo que se viene es una campaña dura y sin tregua que puede hacer ver el escándalo del hacker tan cómico como el inspector Gadget.