Reciente investigación del Foro Económico Mundial analizó 375 enfermedades humanas encontrando que 218 (58%) pueden ser exacerbadas por el cambio climático. Las inundaciones, por ejemplo, pueden propagar la hepatitis, el aumento de las temperaturas puede prolongar la vida de los mosquitos que transmiten la malaria y las sequías pueden atraer roedores infectados con hantavirus a las comunidades mientras buscan comida.
Una de las principales conclusiones del estudio estima que “esperar que las sociedades se adapten con éxito a los peligros climáticos no es una opción realista, es mejor insistir en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que están impulsando el cambio climático para reducir estos riesgos”. Esta conclusión enfrenta una paradoja: la promesa de eliminar el carbón obtuvo el apoyo de 23 países más en la conferencia climática de la ONU, llevada a cabo en noviembre de 2021, pero fue rechazada por los grandes usuarios del más sucio de los combustibles que causan el calentamiento global. El compromiso de eliminar el carbón no incluyó a Australia, India, Estados Unidos y China, que tienen alrededor de la mitad de las plantas de carbón en funcionamiento en todo el mundo y planean construir más. Las naciones más ricas acordaron dejar la energía del carbón para la década de 2030 y las más pobres para la de 2040.
Pese al contraste de las conclusiones de la investigación, para poder prevenir las crisis sanitarias mundiales, la humanidad necesita una comprensión integral de las vías y la magnitud con la que el cambio climático podría afectar a las enfermedades patógenas.
El estudio del Foro Económico Mundial hizo revisión de más de 77.000 artículos científicos. De esos, 830 artículos tenían una amenaza climática que afectaba a una enfermedad específica en un lugar y/o tiempo explícito, lo que permitió crear una base de datos de amenazas climáticas, vías de transmisión, patógenos y enfermedades. El mayor número de enfermedades agravadas por el cambio climático se produjo por transmisión vectorial, como las transmitidas por mosquitos, murciélagos o roedores. En cuanto al tipo de amenaza climática, la mayoría estaba asociada con el calentamiento atmosférico (160 enfermedades), fuertes precipitaciones (122) e inundaciones (121).
En términos de amenaza climática el estudio envía señales que deben ser advertidas por Colombia. Pese a que el país solo representa 0,6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, hace parte de uno de los 20 países más amenazados por el cambio climático, razón por la cual el reto de reducir las emisiones de gases en 51 % de cara al año 2030, también debe implicar mayor atención a las amenazas de desastres debido al comportamiento de los fenómenos del niño y la niña, los cuales podrían según el estudio en comento estar relacionados con la exacerbación de enfermedades infecciosas.
LA OMS llama un enfoque de One Health a la integración de los modelos predictivos y vigilancia utilizados tanto en el control de enfermedades infecciosas como en el cambio climático. Este método resalta que los nuevos patógenos, en particular los que saltan entre los animales y los humanos, se volverán más frecuentes a medida que cambien los hábitats en un planeta cada vez más caliente. El cambio climático representa una amenaza importante para la vida humana, la salud y el bienestar socioeconómico, para reducir el riesgo, la humanidad tendrá que poner freno a las emisiones de gases de efecto invernadero que empeoran el calentamiento global, sin embargo, todo será en vano mientras los grandes generadores de CO2 no paren o mejoren sus procesos productivos.