En una serie de informes, EL PILÓN denunció la forma ilícita de cómo se benefician las concesiones del río Guatapurí del agua que nace en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
En temporada de sequía o verano, la comunidad vallenata centra sus ojos y críticas sobre la grave situación que afronta el histórico Guatapurí, sin conseguir un acompañamiento de las autoridades ambientales del municipio. Sin embargo, la rigurosa ilustración presentada por este medio, encontró respaldo en la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar, que inició el proceso de caducidad de algunas concesiones.
A la fecha, Corpocesar ha entregado más de 1.610 concesiones de agua para que particulares y privados se beneficien de ríos como el Guatapurí, Ariguaní, Cesar y Buturama.
En primer lugar, se presentó un informe titulado, La mayor parte del Guatapurí es de las concesiones, y luego se comprobó en un sobrevuelo realizado en zona de la ribera del río.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, aseguró en el pasado foro ‘Todos por el Guatapurí’ liderado por EL PILÓN, y empresas como Corpocesar, Emdupar, entre otras, que los beneficiarios del Guatapurí se reducirían.
Dando seguimiento a las investigaciones, el funcionario declaró “ya hay más de 30 concesiones que le notificamos caducidad, son 1.600 y de esas casi que el 90% habrá que hacerle el mismo proceso”.
¿Por qué la caducidad?
Para que una concesión cumpla completamente con lo establecido por Corpocesar, en primer lugar debe tener una compuerta que regule el litraje de agua cedido por la entidad ambiental para sus beneficios, después el líquido que entra debe regresar al río, lo que en muchas concesiones no se hace.
“Más que terminar las concesiones, lo que queremos es obligar a los usuarios a generar conciencia que está bajo una realidad y es que tienen que construir el sistema de compuertas o de no las concesiones van a caducar”, aseguró Kaleb Villalobos.
Con la medida establecida por la oficina Jurídica de la entidad ambiental, los propietarios de concesiones en el Guatapurí tendrán tres meses para presentar ante la Corporación diseños y la construcción de compuertas que regulen la entrada y salida del agua, si no perderá dicho permiso.
“Este es un acto administrativo en el que se notifica a los propietarios de la concesiones que tienen determinado tiempo para cumplir con una imposición legal que tenemos sobre las concesiones, de no hacerlo se le decretará la caducidad, es decir perderá la concesión sobre los afluentes”, declaró Kaleb Villalobos.
Desde que se decretó la resolución 139 del 4 de agosto de 1987, dicha corporación tiene a su orden un caudal base de reparto de 11.260 litros, de estos, el caudal asignado a concesiones o permisos llega a 7.863 litros por segundo, dejando un caudal remanente o una corriente de 3.396 litros.
Por este tema, la principal crítica la recibe Corpocesar, pero las autoridades del municipio como la Alcaldía, según la Ley 99 de 1993, es la primera encargada de los temas ambientales y no ha hecho pronunciamiento.
“Es un avance a la gestión”: ‘Pipe’ Araujo
El pasado 22 de abril, después de una serie de informes presentados por EL PILÓN, el Concejo de Valledupar realizó un Cabildo Abierto para aplicar estrategias claras que lleven a la detención del acelerado deterioro en el que se encuentra hoy la principal fuente hídrica de esta capital.
El líder de la proposición fue Hernán Felipe Araujo, quien tenía la preocupación por no encontrar respaldo de las autoridades ambientales para la preservación del Guatapurí.
Al comunicarle las medidas de caducidad aplicadas por Corpocesar, el concejal dijo “me parece positivo porque después de seis o siete meses vemos el resultado del Cabildo Abierto”.
Araújo aseguró que respalda a Corpocesar para que haga estas notificaciones y asegura que los usuarios pueden recibir el agua del río, “pero deben cumplir en instalar las compuertas y medidores sobre su concesión, para medir el volumen de agua asignado”.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co