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Búsqueda del poder 

La historia de la humanidad indica que la búsqueda del poder, o del manejo del Estado por parte de los grupos de interés es  lo esencial de la actividad política. El poder de un rey, de un gobernante, siempre es peligroso porque atrae lo peor y corrompe lo mejor. Por eso, las mentes más capaces deben ser las escogidas para  manejar el Estado para lograr un desarrollo superior. 

Deben estar muy preparados, con madurez política para  cumplir  los sueños de una sociedad. No se puede acceder al poder sin preparación, hay que saberlo usar,  tener honradez,  temple, tranquilidad,  formación, vocación, astucia y destreza.

¿Cuál es el sentido de la  lucha por el poder?: el futuro de su gente sin conflictos inútiles y resultados claros y concretos. Luchar con  ahorro de  energías, sin rencores y sintonizados con  la voluntad del pueblo.

Se requiere sensatez para construir  el camino de la historia. La felicidad colectiva es la meta de esa búsqueda incesante y  la razón del crecimiento espiritual y material. Lo difícil es definir cuál es la felicidad que se debe buscar, porque  cada persona tiene opinión.

Lograr un  mejor futuro para nuestros hijos y que sean felices  es lo  que  impide un estancamiento. Nunca hay  final de un proceso.  Siempre habrán nuevas  metas superiores y más elevadas y un deseo de superar lo logrado y alcanzar un   mayor nivel de desarrollo y un futuro más próspero. El camino nunca llega a su fin.

Hay que conocer el secreto del corazón de cada pueblo para cuestionar lo que creen y por qué creen  lo que creen. Vivir sin quejas y aceptando las angustias por  no obtener lo anhelado y aun así  mantener el espíritu de lucha. 

Solo el amor impide que  nos estanquemos en etapas improductivas. El  amor  hace que no renunciemos a mejorar las condiciones actuales. Siempre habrán renovadas aspiraciones colectivas  en lo material, lo espiritual, y el  manejo sin corrupción de los asuntos públicos. 

Con los avances tecnológicos permanentes es imposible llegar a la satisfacción plena,  porque siempre hay  nuevos y sorprendentes cambios tecnológicos que superan la imaginación  e   imponen nuevas metas. Los avances tecnológicos nos  obligan a querer  entrar a la modernidad  con prosperidad.

Los pueblos conocen por las redes y  la televisión, y se comparan con otros países que  logran avances audaces y  se convierten en nuevos referentes para  progresar, crecer y modernizar la economía y  los procesos de educación.

Hay que impulsar cada proyecto que surja de las aspiraciones del pueblo. Hay que estar vivos, con ambiciones que aunque fallidas puedan  corregir el rumbo y continuar avanzando, para  sacar todo lo bueno de cada uno. Es nuestro futuro, en  constante revisión.

Es lo que motiva a los pueblos a luchar y no sentarse a lamentar y llorar. El que se sienta a llorar y no lucha finalmente se debilita y  termina perdiendo el rumbo. Se logran  más resultados con  procesos colaborativos entre  los miembros de una sociedad y no solo con la competencia.

El  sistema capitalista basa su modelo en la competencia entre empresas. Pero también hay un sistema colaborativo que busca  resultados superiores y la construcción de un ideal colectivo, con el afán de no quedarse atrás como país. Es  un sistema diferente a la competencia empresarial, que requiere reglas claras que le den a todo el mundo claridad de su rol y de los resultados a obtener. La felicidad colectiva es resultado de  la búsqueda incesante de  crecimiento espiritual y  material que obligan a una la sociedad a tener sus mejores personas en la política. Por eso la búsqueda del poder.

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Eduardo Verano De La Rosa: