Es un sabio refrán popular, que se usa para denotar los crasos errores que se pueden cometer y que dan al traste con el fin perseguido, y es por esto que lo traigo a colación. Me explico: El uso del espacio público fue regulado por la ley 1801 del 29 de julio de 2016 en virtud de la cual el Congreso de la República expidió el nuevo Código Nacional de Policía y de Convivencia para Vivir en Paz. Eso de vivir en paz, es un decir, pues la aplicación de su articulado ha sido bastante polémica, sobre todo en lo relacionado al tema del espacio público. Pues bien, considero que se equivocan quienes agreden e insultan a nuestros agentes de policía, al momento de realizar procedimientos que se enmarcan dentro de la Constitución y la Ley, pues quiero aclarar que no fue la Policía quien debatió y aprobó el proyecto de ley, que culminó con la entrada en vigencia del Código Nacional de Policía, pero si es a ella, a quien corresponde darle cabal cumplimiento. Así las cosas, considero que si algún defecto, que los tiene, presenta esta ley, ese hecho es de la exclusiva responsabilidad del órgano legislativo, y no de la fuerza pública.
Ahora bien, como es posible que se cometan tantos errores al momento de expedir la ley, al punto que ni los propios congresistas, saben a ciencia cierta qué fue lo que se aprobó. Ese es un tema que bien valdría la pena entrar a debatir, pues considero, y es una posición que vengo sosteniendo de vieja data, que valdría la pena estudiar la posibilidad de un Congreso unicameral, es decir, reducir el número de congresistas actual de 272 miembros, sin mencionar el cuerpo de asesores, conductores y demás, a la mitad, con ello el Estado se ahorraría un gasto, que a todas luces resulta inoficioso, y obtendría unos recursos importantes para atender otros temas prioritarios como la salud, la vivienda, la educación.
Uribe Vélez, en su momento, y con el fin de racionalizar el gasto público, fusionó algunos ministerios; entonces porque no podríamos pensar en una iniciativa popular que tenga por finalidad reducir el Congreso a una sola cámara, como ocurre en Perú, Ecuador, Bruselas, Suiza, Grecia, Dinamarca, Israel, China y Nueva Guinea, entre otros países.
Pero es que además de racionalizar el gasto público, lograríamos la expedición de leyes vía fast track, pues el trámite sería mucho más simplificado, y no habría la necesidad de los cuatro debates reglamentarios que hacen paquidérmica la actual labor del Congreso. darioarregoces@hotmail.com