A través de un mensaje me llegó una historia que vale la pena reproducirla por lo ejemplarizante que sirve para el mundo. Se trata de un aventurero español, más concretamente de Málaga, llamado Ignacio Leal (Nacho Dean). Él es un naturalista que se dio a la tarea de ser el primero en darle la vuelta al mundo en 3 años, caminando del 2013 al 2016 y del 2018 al 2019 se permitió unir nadando los cinco continentes.
Esta historia lo anima a uno como soldado que defiende el medio ambiente, para que tenga eco ya que nuestra misión terrenal espera que nuestros sencillos escritores ayuden hacer un alto en el camino para que podamos armonizar y respetar a la naturaleza, vale decir, reconocerla como madre, siendo conscientes de que de ella dependemos, por ello, debemos quererla y no seguir con su depredación que contribuye a la destrucción de nuestra misma especie humana.
A continuación, transmitimos algunos de los apartes que dice el inteligente Nacho Dean, en su expedición Nemo, que ojalá nos sirva de reflexión en estas fechas cundidas por la pandemia del covid-19 y algo más, como el cambio climático.
“Muchos pensaréis que el pulmón del planeta es el Amazonas, el pulmón del planeta son los océanos ya que son los que más generan y lanzan oxígeno a la atmósfera y los que mayor CO2 captan, también de la atmósfera. Es tal el CO2 que hay en la atmósfera que se está produciendo la acidificación del agua de los océanos. Esto se está traduciendo en el blanqueamiento de los corales y en especies como los crustáceos tengan problemas para fabricar sus conchas. No somos conscientes de la importancia de los océanos para la salud en el planeta.
El cambio climático efectivamente ha existido siempre. El clima, la Tierra siempre ha estado en constante cambio, pero en periodos de tiempo muy alargados de miles de años.
En la actualidad, como consecuencia de la actividad humana, todos esos cambios están ocurriendo en un periodo de tiempo muy breve con consecuencias devastadoras: lluvias torrenciales, inundaciones, periodos de sequía cada vez más largos. Hemos roto el equilibrio de la atmósfera con la contaminación por CO2. Se están derritiendo los polos y los glaciares, está apareciendo basura a más de mil metros de profundidad en los océanos, donde no llega ni la luz del sol. Hay un cinturón de basura girando alrededor del planeta de basura espacial.
En 50 años habrá desaparecido más del 50 % de la biodiversidad mundial. ¿Conocéis el concepto ‘Día de sobrecapacidad de la Tierra’? Es el día del año en que gastamos los recursos que la naturaleza es capaz de generar en este año.
A partir de ese día, lo que consumimos es deuda ecológica. ¿En qué se traduce? En extinción de especie, en contaminación y erosión de los suelos. Desde los años 70 el día de sobrecapacidad de la tierra llega antes de que acabe el año y cada año que pasa se va adelantando. En la actualidad el día de la sobrecapacidad de la Tierra, para la humanidad a nivel planetario, llega el 29 de julio.
A partir de ese día estamos consumiendo los recursos de las generaciones futuras. Eso significa que vivimos como si tuviéramos 1,75 planetas. El estilo de vida, el ritmo de consumo de Estados Unidos requiere 5 planetas. En la Unión Europea vivimos como si tuviéramos 2,8 planetas.
Ahora que tenemos muy clara la formula salud del planeta, igual a lo que la naturaleza regenera menos lo que consumimos, ¿Qué podemos hacer? Podemos elegir consumir productos con menos plásticos, menos envasados, son más sanos o menos contaminantes.
Finalmente, hacer una reflexión para que la analicemos. Economía es la gestión de los recursos que tenemos en casa, ecología es la ciencia que estudia la relación de los seres vivos con su entorno. Hasta que economía y ecología no se den la mano, iremos por el camino equivocado”.
NOTA: Por supuesto que ecología y economía comparten la misma raíz; Eco viene del griego “OIKOS” que significa casa, hogar.