Está demostrado que la gastronomía vallenata es en estos momentos una de las actividades que más dinamiza la economía local, así lo dejó ratificado el evento denominado ‘Come Valledupar’, realizado esta semana en esta capital.
Fue una iniciativa que surgió de manera individual por un propietario de restaurante y que luego logró el apoyo de la Cámara de Comercio de Valledupar y de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodres, capítulo Cesar y el Supermercado Makro, unidos llevaron a cabo esa jornada que arrojó cifras interesantes. Participaron 23 restaurantes logrando ventas cercanas a los 450 millones de pesos.
La jornada, que se prolongó por espacio de 10 días, resultó ser un buen ejercicio que podría servir como experimento piloto para la formulación de una estrategia un poco más ambiciosa y de mayor alcance mediante la articulación de todos los componentes de la cadena productiva de ese sector.
Según sus organizadores, este primer intento estratégico con nuestra gastronomía también permitió evidenciar el nivel de efectividad de los distintos mecanismos existentes de comunicación en la ciudad como las redes sociales, el voz a voz, la radio, la televisión y medios impresos, entre otros, lo cual indica claramente que el solo hecho de hacer posible la transversalidad de los procesos genera una dinámica productiva medible en cuanto a eficacia y eficiencia.
Acogiendo las voces de algunos de los gestores del evento, esta iniciativa hizo posible ampliar el concepto básico que se tiene del servicio que pueden prestar los restaurantes, el cual no se debe limitar solo a la comida, sino que estos brindan una experiencia especial con relación al cliente. “Para muchas personas los mejores momentos se viven alrededor de una mesa y esa frase es muy significativa para poder tener la oportunidad de compartir y celebrar en las diferentes situaciones”, fue una de las reflexiones hechas durante la jornada.
Destacamos la buena planificación del evento en términos evaluativos logrando medir características particulares del público asistente a los restaurantes basadas en su ocupación, oficio o profesión, además de sus gustos, preferencias, rutinas y estilos de vida, teniendo como soporte el aspecto económico.
Estos buenos intentos deben repetirse en los distintos sectores productivos de Valledupar y la región, promocionando la oferta y la demanda local en todas sus modalidades. Esa sería una buena forma de apalancamiento, sumado a ello, se debe facilitar el acceso a financiamiento y asesoría para emprendedores en cualquiera de las áreas de la economía.
La implementación de estas estrategias beneficiará a la ciudad en general al permitir que se mejoren los niveles de calidad de vida de sus residentes al ofrecerles multiplicidad de opciones y oportunidades.
Hay que seguirlo intentando de la mano del gobierno local, el sector privado, las instituciones educativas y la sociedad civil, es cuestión de inyectarle inversión, creatividad y buen entusiasmo.