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Buen augurio en medio de alarmantes resultados

Hubo un muy interesante foro en el día de ayer organizado por el Banco de la República y el Centro de Estudios Socioeconómicos CESORE, – nuestro centro de pensamiento local-, centrado en el tema de desempleo y pobreza en Valledupar. El foro fue muy interesante para nuestra región por varios motivos.

En primer lugar, aunque es por una noticia que genera preocupación – el incremento sostenido de la pobreza y del desempleo desde 2015- , ya se han puesto los ojos sobre el territorio por parte de estas dos instituciones, para analizar sus causas y proponer soluciones. Peor fuese que no estuviésemos en el radar del análisis y que no tuviéramos ese tipo de apoyo. Así que muy bien recibidos esos trabajos, como lo manifestaron los asistentes.

En segundo lugar, es de resaltar la participación ciudadana. Bienvenidos los candidatos que estuvieron en el foro aprendiendo de los técnicos que presentaron problemas, pero sobre todo las alternativas de solución. Bienvenidos los líderes cívicos y gremiales que participaron. Los estudiantes y ciudadanos del común, que llenaron el auditorio del Banco de la República totalmente.

Esto habla muy bien de Valledupar. Hay una avidez de la ciudadanía por información de calidad, como la que allí fue presentada. Hemos notado eso en Valledupar, hay garantías de que cuando se anuncian y presentan eventos y foros o talleres de calidad, el público responde.

Ahora bien, los datos y cifras que allí se presentaron son no sólo preocupantes para Valledupar sino muy preocupantes. La segunda ciudad capital con mayor desempleo del país, la cuarta más pobre, tiene una baja participación laboral de la mujer y unos bajos salarios para los profesionales.

Ante esto hubo propuestas concretas, para mejorar el sistema educativo, la provisión de vivienda tanto en su frente cuantitativo, como cualitativo y mejorar la empleabilidad y el emprendimiento.

Lo que quedó también claro es que el Cesar debe migrar hacia una economía pos-carbón. Más diversificada, porque entre otras cosas, los estudios mostraron la alta dependencia del mercado laboral de los precios del carbón. Sí el carbón tiene precios altos, de igual manera se mueve la empleabilidad, pero también viceversa. Sin embargo, esto no es conveniente por dos razones: una porque se genera una muy alta dependencia del comportamiento de una sola commodity cuyo precio no depende de nosotros. En segundo lugar, porque a mediano y largo plazo, el carbón como bien de consumo pasará a la historia. El mundo está transitando hacia energías limpias.

Están pues los desafíos planteados, no sólo para los candidatos, también para todos los sectores económicos y sociales del Cesar. Mejorar el empleo de las mujeres, mejorar la calidad de los profesionales y valorar mejor su trabajo.

Reducir la pobreza y el desempleo, para salir de esos primeros lugares que no nos merecemos. Pero sobre todo empezar a transitar hacia una economía pos-carbón.

Categories: Editorial
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