Por Andrés Llamas Nova/EL PILÓN
Las tulas o sacos de boxear de la Liga de Boxeo que tiene Valledupar, se encuentran en mal estado, con más de un remiendo; las peras, el gimnasio y otros elementos de este lugar dedicado al entrenamiento de los luchadores del departamento, están maltratados por el paso del tiempo. Las cuerdas no son tal cosa sino cabuyas y el cuadrilátero improvisado es de concreto y ladrillo, una lona dura en la que ha caído el boxeo del departamento.
“Aquí hay talento, el boxeo del Cesar tiene quien lo defienda”, dijo Manuel Prescott, el maestro del pugilismo que lleva toda una vida orientando a la juventud en este deporte. Desde 1999 está en Valledupar y durante este tiempo ha tenido que confirmar que el boxeo es el deporte que más recibe golpes de indiferencia.
De pie y junto a las cuerdas, el profesor Prescott recuerda a William Patica López, un pegador peso mosca de Valledupar que cuando pasó a la rama profesional no encontró un apoderado que lo llevara a la cima. “Le tocó ir a pelear solo, sin padrino y sin apoderado, lleva las de perder todo el tiempo. Peleó en Panamá, Argentina, entrenaba aquí y un empresario de Panamá lo ayudaba”.
El semillero de este deporte corre una suerte dura. Las categorías infantiles y juveniles del boxeo del Cesar, recorren sus ciudades y la capital del departamento, buscando apoyo tal y como lo hizo una delegación de boxeadores de Chiriguaná que llegó a las instalaciones del Diario EL PILÓN, anunciando que se preparaba para ir hasta el Valle del Cauca a representar la región.
“No tienen un lugar donde vivir, transporte para ir a los gimnasios, sus padres tienen dificultades económicas y al final desertan del deporte porque no tienen quien los apoye”, dijo Prescott, y recordó el caso Jefferson Sinisterra, un joven talento del boxeo en Valledupar que vive en una casa de tabla sobre la margen derecha del río Guatapurí.
Medalla de oro dos años consecutivos a nivel nacional y en el campeonato Junior el año pasado, Jefferson obtuvo el primer lugar, así sucedió con Hernán Alarcón, también de la categoría juvenil.
¿Condiciones difíciles porque es un deporte rudo?
Iván Ochoa, director de Indupal aseguró que el problema de este deporte en el Cesar es que no ha habido voluntad política para apoyar a los exponentes. “La primera vez que Breidis Prescott fue campeón nacional en Galapa, Atlántico, nos tocó a nosotros en el programa de radio que teníamos hacer una campaña pidiendo limosna a los amigos que nos aportaran dinero y así enviarle a los muchachos que nos representaban en esa oportunidad”.
De esa experiencia llegaron al Cesar dos campeones, dos subcampeones nacionales, con las mayores dificultades del caso. Entrenadores como Manuel Prescott, afirmaron que se ha subestimado a este deporte por su imagen ruda, sin embargo no es motivo para que la sede de entrenamientos de Valledupar esté en tan lamentable situación.
“La Gobernación apoya con los gastos de participación, es decir alimentación, hospedaje, transporte pero no con los de preparación del deportista, etapa previa que requiere mayor gasto y trabajo. Ahí nos toca muy duro”, dijo Ramiro Gutiérrez, presidente de la Liga de Boxeo del Cesar.
“Boxeo al parque” busca talentos
El programa Boxeo al Parque de Indupal, se ha desarrollado en varios escenarios de la comunidad, buscando encontrar talentos y ofreciendo el apoyo a los jóvenes que se interesan por este deporte. Las próximas visitas del evento deportivo serán al barrio El Carmen, el viernes 12 de julio y posteriormente en el barrio La Victoria.