Hace mucho tiempo, la Presidencia de la República de Colombia -por lo menos desde que tengo uso de razón en mis sesenta y pico de años-pasó de cargo con mayor obligación para el mejoramiento nacional a botín más codiciado.
Esto, más que todo, es consecuencia del sistema de gobierno, que para ocupar su máxima investidura hay que gastar gran cantidad de dinero y la manera expedita para recuperarlo es saqueando el erario.
Todos los candidatos van detrás de este botín, con diferentes estrategias y varios asesores que tambiénson otros corsarios rodeados de cómplices con el mismo propósito, pero siempre tendientes a sacar el máximo provecho personal.
Antes, la demagogia era la mejor fuente de votos, ahora impera la difamación con lenguaje altisonante, tanto en televisión como en radio,ocon vocabulario soez a través de las redes sociales de internet, medio que se presta para insultar y calumniar anónimamente.
Sin embargo; el adagio popular, dice que entre cielo y tierra no hay secretos y mucho menos lo que se transmite por medios electrónicos, cuyos aparatos los controla la misma humanidad, que cuando tiene poder -según conveniencia-saca a relucir informaciones confidenciales.
En el momento, el candidato presidencial del uribismo, Oscar Iván Zuluaga, se encuentra entre la espada y la pared, después de saberse que el hacker, Andrés Fernando Sepúlveda Ardila, detenido en la Fiscalía por interceptaciones de comunicaciones electrónicas de mediadores de paz en La Habana y otros personajes, trabaja para su campaña presidencial.
Días atrás, el candidato que se identifica con la Z del zorro vengador, protagonizado por el famoso artista Antonio Banderas, había difundido un largo comunicado, exigiéndole al presidente JM Santos que explicara al país su silencio desde el 2011, cuando unos mafiosos le propusieron negociar su sometimiento a la justicia nacional, propuesta realizada a través del célebre asesor internacional, JJ Rendón y German Chica, muyde confianza del presidente Santos. Personas que, según los narcotraficantes, recibieron el pago de 12 millones de dólares por el mandado.
El presidente Santos declara que las interceptaciones del hacker es obra del expresidente Uribe, cuya finalidad es malograr el proceso de paz. En fin, ya el pueblo no le cree a ninguno de los dos bandos, tampoco a Peñaloza y menos a las dos candidatas mujeres. Como el voto en blanco está lejos de ganar, posiblemente el vencedor sería el repartidor de mermelada, porque los otros no tienen tanto que ofrecer. No obstante cualquiera de los tres hombres aspirantes podría triunfar.