En Bosconia es normal observa frente a las casas los baldes, ollas y otros utensilios del hogar para recoger agua, que ya no llega por las grifos, sino a través de carrotanques.
“Aquí tenemos ya aproximadamente 15 días que no nos llega ni gota de agua”, manifestó Wilmer Del Toro, habitante del barrio Brisas del Cesar.
Aunque la alcaldía con apoyo de empresas privadas trata de abastecer del preciado líquido a los cerca de 35 mil habitantes, los vehículos no dan abasto.
“Los cinco carrotanques no son suficientes porque es una comunidad bastante grande y necesitamos llevarlo a cada uno de sus hogares”, dijo Alex Gámez, gerente empresa de servicios públicos de Bosconia.
Algunas familias de Bosconia que no alcanzan a abastecerse con los carrotanques tienen que comprar el agua en canecas que cuestan entre mil y 1.300 pesos. Es el caso de Mary Luz Monterrosa, quien asegura que esta situación a afectado las finanzas de su hogar.
“Si señor nos toca comprar el agua, a mí me venden a 1.200 cada pimpina”, contó la ama de casa residente en el barrio San Francisco Asís.
Sobre las causas de esta emergencia, el alcalde Jorge Patiño expresó que es ocasionada por el intenso verano y el obsoleto acueducto que cada día empeoran la situación.
“Aquí el municipio se provee de dos pozos profundos que tenemos a 8 kilómetros, pero esos pozos prácticamente colapsaron, hay uno de ellos que nos quiere dar agua”, indicó el mandatario.
Alex Gámez, gerente de la empresa de servicios públicos advirtió que garantizar el suministro de agua en Bosconia se requiere la construcción de un nuevo pozo y la adecuación de los existentes.
“Hacemos el llamado importante al gobierno departamental para que nos solucione en gran medida un proyecto que ya está aprobado para el municipio de Bosconia que es la construcción de un tercer pozo y las adecuaciones”, sostuvo el funcionario.
Mientras se adoptan medidas para solucionar el problema de agua, los habitantes de esta población que durante estos días han soportado temperaturas de hasta 50 grados centígrados, amenazan con tomarse las vías de hecho y así hacerse sentir ante las autoridades.
Por Martín Elías Mendoza