X

¡Borrachos motociclistas!

Ese es mucho enchollamiento que cargan los motociclistas, no se puede diferenciar entre el motociclista y el mototaxista, porque no tienen un color y una placa que los diferencie, ya que sobre este tema los perezosos de los congresistas no han legislado y los gobiernos anteriores tampoco han tenido ninguna iniciativa, lo que ha traído el desorden y la anarquía en ese gremio, donde no todos son bandidos, sicarios, atracadores y cobra diario, pero tienen la mala fama y por ellos la policía hace sus redadas con buenos resultados cuando quieren y pésimo cuando no investigan que es la mayoría de las veces.

Ni la Policía Nacional ni los agentes de tránsito ejercen ningún control en movilidad sobre ese vehículo y solo se dedican a pedirles el terrible y caro Soat, la revisión técnico mecánica y el pase, son muy pocos los sancionados, porque casi siempre hay “un arreglo amistoso”; requetémenos una sanción por volarse un semáforo, andar en contravía y qué decir de la velocidad, son unas balas, ante la mirada indiferente, impávida e irresponsable de las autoridades de tránsito. 

Me gustaría que me desmintieran con datos estadísticos a ver cuánto han recibido las arcas del tránsito por ese concepto y me atrevería a asegurar que es cero pesos. De pronto con ese recaudo se reúna la plata para comprar el parque automotor que los agentes necesitan para prestar una labor eficiente y se consigan unos semáforos para instalar en sitios que a gritos lo están pidiendo, por lo menos en la glorieta de La Ceiba y en la del Terminal.

Ya es hora que se comience a legislar en ese sentido para ordenar y legalizar la movilidad de las motos, así como quieren legalizar las drogas, creando para ellas una placa más grande y visible instalada adelante y atrás y un color específico para las del servicio público, porque es verdad que este es un trabajo duro, hasta ahora ilegal y difícil de erradicar, aunque lleguen, quizás cuando, los anunciados buses del SIVA, ya que en este momento prefieren la moto a montarse a un bus en pésimas condiciones, sí, prefieren aguantar un buen solazo y un conductor que no tiene que ver con la vida de ambos, se vuela semáforos, se pasa los carros por donde le da la gana y para acortar distancia se lleva por delante todas las señales de tránsito y ay de quién les diga algo, de malpa y hp no lo bajan y si es viejo como yo, lo mandan a comer M y a callarse la jeta.

Señores agentes de tránsito, con su flamante director, que nadie conoce, ni sabe quién es, pero que el alcalde Mello Castro resolvió enterrarse con él, dejen la indiferencia y la flojera y sancionen a los motociclistas que violan las normas y verán que con el producido de esas multas, repito, les van a comprar a cada uno una moto para que presten un servicio eficiente, pues motorizados pueden hacer presencia en todas partes y no estar por macetas en las carreras 8ª y 9ª, ahí es donde menos se necesitan, pues hay semáforos; vayan a la carrera 11 con 19 y 20, que los conozcan en el mercado, y se espanten con su presencia, pues no lo podrán creer en el Boliche y Bolichito, en donde todo el que va en carro, moto, bicicleta y carretillas hacen lo que les da la gana, como acontece en la calle 11 entre carreras 12 y 13, exactamente en Punto Rojo, donde una vendedora de aguacates, venezolana, atraviesa la carretilla en la calle por orden del dueño, pues viéndola, aunque incomode tiene mejores ventas. Qué horror, vayan y vean.

Lo que pasa en Valledupar, estoy seguro que sucede en Riohacha, Santa Marta, Sincelejo, Quibdó y en muchas partes del país, lo que indica que el Congreso rápidamente tiene la responsabilidad de legislar para legalizar el funcionamiento del mototaxismo en Colombia.

Categories: Columnista
Jose_Aponte_Martinez: