Por Jairo Franco Salas
Muchos piden a gritos que los conductores borrachos vayan a la cárcel y purguen altas penas por las lesiones personales y homicidios que causen; que no se consideren homicidios culposos, que sea una conducta agravada, un delito doloso.
Campañas como el conductor elegido a quien se le entregaban las llaves del vehículo, que no se emborrachaba no han dado resultados, utilizar transporte público luego de ingerir licor, igual.
Se estima que estos conductores borrachos que ocasionan homicidios en gran porcentaje, son jóvenes afiebrados y arrebatados que piden prestado el vehículo a sus padres en estado normal y a las pocas horas como delincuentes los están llamando a pedirles ayuda, cuando ya han cometido homicidio en estado de embriaguez.
Nos preguntamos qué es lo que provoca o induce a consumir licor y posteriormente a conducir en ese estado? A muchos conductores se les ha sorprendido bajo los efectos del alcohol, los multan, estos pagan las multas y siguen en las mismas, como si no hubiera sucedido nada.
Y cómo se disminuyen los riesgos accidentales al respecto? Con estrictos controles y severas multas. Nadie se sube a conducir un vehículo con la intención de causar daño a alguien o a algo; pero, aquí viene el ‘pero’ que hay que analizar, es una persona que sale a conducir en estado de embriaguez, sea cualquiera el grado de alcoholemia que resulte, es un conductor que no tendrá los mismos reflejos que otro en estado normal y que en el fondo sabe que no podrá controlar su automotor, ocasionando daños.
En el 2012 se impartieron 100 mil comparendos a conductores en estado de embriaguez. Son conductores que se están acostumbrando a mezclar alcohol y velocidad y que están usando un arma para hacer daño: un vehículo.
El caso Salamanca, conductor borracho que dio muerte a dos ingenieros de sistema y otro quedara en silla de ruedas es lo que más toca al país en este momento a que se pellizque, tomando conciencia que la justicia debe actuar sin contemplaciones, ya que conducía en estado de embriaguez grado 3 y a mas de 140 k/h en su vehículo.
La Representante a la Cámara Gloria Estela Díaz Ortiz, del movimiento político Mira, intenta por tercera vez poner freno a esta situación, radicando el proyecto de ley que crea el delito por conducir en estado de embriaguez, incrementando las penas a conductores borrachos que ocasionen lesiones personales y muertes a otras personas en siniestros de transito.
Se pretende también la extinción de dominio del vehículo del borracho con el fin de garantizar pagos al afectado.
¿Se acabará esta pesadilla? ¿Se aplicarán muy pronto ajustes a esta situación? Repetidamente no se oye otra cosa que conductores borrachos ocasionaron tantas muertes.
Se necesita conciencia y una verdadera voluntad política para afrontar este tema que ha dejado a muchas familias sumidas en el dolor.