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Bogotá – Caracas – Bogotá

Cuando en el mes de mayo del año en curso Avianca solicitó a la Aeronáutica Civil permiso para la operación de la ruta Bogotá – Caracas, ida y regreso, con una frecuencia de siete vuelos a la semana, estaba reafirmando el hecho, que muchos vienen evidenciando desde unos meses atrás, respecto a la leve mejoría de la situación económica en Venezuela.  

En esta semana que está culminando, se conoció la información que la aerolinea Avianca recibió permiso de la Aerocivil para operar vuelos hacia Venezuela, quedando a la espera de la autorización del Instituto Nacional de la Aeronáutica Civil de Caracas, para retomar la ruta aérea desde Colombia hacia el vecino país

El hecho comercial tiene más importancia si se hace memoria y se recuerda que desde el año 2017 Avianca no vuela a Caracas. Alguna lectura comercial debe haber hecho Avianca frente al renglón de la aviación en Venezuela, que la lleva como aerolínea cinco años después a solicitar a la Aerocivil, permiso para volar a Venezuela; claramente, influye que Estados Unidos planteara recientemente la flexibilización de las sanciones y  de las restricciones petroleras a Venezuela. 

¿Y los demás renglones comerciales y empresariales del país que? ¿Y los departamentos y municipios colombianos de frontera con el hermano país que? ¿Acaso es que no se da para hacer lecturas? gobernadores y alcaldes de regiones que históricamente han cohabitado con regiones de Venezuela, que esperan para subirse al bus de unas nuevas relaciones con ese país, tal como pareciera ser la línea del próximo gobierno nacional.

Será que pendejamente, se atornillaron a tesis que suenan al pasado o será que no entienden que el comercio y también las relaciones diplomáticas son cambiantes. Sí, es el mismo gobierno el de Venezuela, eso ya se sabe, pero también se sabe que muchos países han cambiado su visión comercial y diplomática frente a ellos, frente al gobierno venezolano.

Es necesario y oportuno que las autoridades cesarenses y guajiras  se anticipen a la realidad y desde ya con planteamientos y cifras, convoquen al presidente de la República Gustavo Petro Urrego y al próximo ministro de relaciones exteriores Álvaro Leyva Durán. Claro está, se trata de acompañar y de apoyar desde nuestra regiones al nuevo gobierno nacional en la nueva política hacia Venezuela. Un  gobernante del Cesar o de su capital Valledupar y menos aún de La Guajira o de Riohacha, no puede perder la perspectiva y la ubicación geográfica, Maracaibo de Valledupar está por carretera a no más de 300 kilómetros y Riohacha de Maracaibo a no más de 200 kilómetros. 

Bogotá – Caracas – Bogotá, (Valledupar – Maracaibo – Valledupar), (Riohacha – Maracaibo – Riohacha). ¿Qué plantean nuestros alcaldes, gobernadores y congresistas del Cesar y La Guajira, en términos de apoyar las relaciones comerciales y diplomáticas con Venezuela? 

¿Qué plantean nuestros alcaldes, gobernadores y congresistas del Cesar y La Guajira, en términos de apoyar las políticas de paz que pretende construir y llevar a cabo el nuevo gobierno nacional? 

Uno entiende que en términos de política exterior, muchas cosas de Venezuela y su gobierno, no gustan, pero también es de entender que los organismos multilaterales son los llamados a hacer observaciones. La política exterior pasa por la racionalidad y no por la emotividad. 

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Jose Antonio Soto Murgas: