En Valledupar
En el municipio de Valledupar la cría de animales ovino/caprinos se desarrolla de manera marginal, en ecosistemas secos (zonas áridas, semiáridas y subhúmedas), lo que arroja que se den más resultados socioculturales que económicos; estas explotaciones podrían contribuir más para la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la región y generar mayores ingresos para los pequeños productores.
El alcalde de Valledupar, Luis Fabián Fernández, considera que es el momento de comenzar el tránsito de la ovinocultura y capricultura tradicional hacia una con propósitos comerciales.
Es así como por valor de 142 millones de pesos, un grupo de expertos inseminará diez vientres ovinos-caprinos, propiedad de productores de los corregimientos de Mariangola, Caracolí, Los Venados, El Perro, Guaimaral y El Vallito.
En ese orden de ideas, Erika Arzuaga Ochoa, coordinadora de proyectos agropecuarios, informó que, “se trata de la ejecución del proyecto ‘Implementación de Biotecnologías Reproductivas para incrementar la productividad y el rendimiento cárnico de los ovinos y Caprinos’ en los corregimientos del municipio de Valledupar, por lo que implementaremos la introducción de razas cárnicas mejoradas, mezclándolas con las razas criollas con buen fenotipo existentes en la zona”.
En consecuencia, asegura Arzuaga Ochoa, la Implementación de Biotecnologías logra los siguientes progresos: Elevar la eficiencia reproductiva, expresada en un mayor número de ovino/caprinos por madre al año, es decir, mejorar lo que los expertos llaman la prolificidad.
La contratista expresa que otro de los beneficios que persigue el proyecto es mejorar la supervivencia de ovino/caprinos, “busca que la mayoría de las crías nacidas sean viables, equivale a decir, bajas tasas de mortalidad de las mismas”.
Así mismo, aumentar la tasa de crecimiento de los ovino/caprinos, es otro de los fines de las Biotecnologías, “se busca que haya una alta velocidad de crecimiento del cordero, lo que a su vez depende de varios factores, algunos de ellos relacionados con la raza y los cruzamientos; la habilidad materna para la producción de leche y el manejo nutricional”.
Por último, Erika Arzuaga se refirió al rendimiento y composición de la canal, que trata de balancear la precocidad en el desarrollo, con un buen rendimiento en canal y baja proporción de grasa, es decir, que la mejora genética se debe orientar hacia el mejoramiento del desempeño del cordero durante su ciclo productivo.