Diciembre ha sido un mes de contrastes. De noticias buenas, regulares y malas para Valledupar. De conocer el paso de la capital cesarense de categoría uno a tres, la ciudad hoy recibe con beneplácito a su Orquesta Sinfónica Juvenil, integrada por 60 niños y niñas que venían desde hace meses preparando la sorpresa, de la mano de la Fundación Batuta, el Ministerio de Cultura y el apoyo de la Fundación Carboandes.
Bienvenida la Orquesta Sinfónica Juvenil de Valledupar. Bienvenida la Fundación Batuta que de manera callada hace desde diez años un trabajo muy especial de formación musical con menores de diferentes sectores de la ciudad. En ese lapso de tiempo conformaron la Coral Batuta Valledupar y las preorquestas Arcoiris de Esperanza del Centro Orquestal La Esperanza y Primavera del Centro Orquestal Mareigua, con niños de los colegios de estas zonas de la ciudad.
Todas estas manifestaciones musicales serán presentadas hoy en un acto especial, en el que además se firmará un convenio marco de asociación para el fortalecimiento del sistema de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles de Valledupar, con el que el que asume la Alcaldía de Valledupar el patrocinio económica de la Orquesta. Hasta ahora ha sido un éxito de la mano del Ministerio de Cultura y esperamos que lo siga siendo de la mano de la administración municipal.
EL PILÓN resalta el trabajo que con gran pasión hacen los maestros de música Diego Rivero Galvis, Licette Barrios Polo y Sandra Navarro Rodríguez, que han logrado convertir a este grupo de jóvenes y niños, que suman más de 100, en verdaderos músicos, creando una nueva generación de ciudadanos conectados globalmente con expresiones similares. También exalta la entrega de los niños y jóvenes que se dejaron llevar por las rutas musicales y sus padres que no dudaron un momento en apoyarlos en esta iniciativa.
Ahora Valledupar está a la par de las principales ciudades del país y de la Costa Atlántica que desde hace tiempo cuentan con orquestas sinfónicas. Sin embargo, es necesario hacer un llamado para que esta iniciativa no sea flor de un día y no se extinga su brillo, y por el contrario tanto la empresa privada como el sector público den muestras de apoyo y valoren este gran logro, que es un paso significativo para la cultura vallenata que da muestras de que se puede ir más allá de las notas de un acordeón.
Bienvenida la Orquesta Sinfónica Juvenil de Valledupar. Todos a apoyar sus presentaciones.