El empeño de María Camila Mendoza por llegar a la universidad es increíble. Cuando tiene horario de 6:00 de la mañana se levanta tres horas antes, porque ayuda a su mamá a preparar unas empanadas que ella sale a vender por las calles de Valledupar.
Asegura que lo hace con la fe que le imprime salir adelante y cumplir el sueño de ser una gran artista del Cesar. No oculta su tristeza, inclina la cabeza y deja perder su mirada al suelo. María Camila señala que esas ganas de querer ser más en la vida están a punto de perderse, porque no siente respaldo en lo que hace. No por el talento y su familia, si no porque cuando llega al salón de clases en el área de pintura, en la facultad de Bellas Artes no hay un solo pincel que la motive.
“Como decimos en la costa, estamos trabajando con las uñas. No tenemos ni un color en la facultad, con eso podemos decir todo. Las directivas saben la situación, hemos cerrado la facultad en tres ocasiones, pero siempre nos dan pañitos de agua tibia”, declaró la joven de 20 años en medio del plantón artístico realizado el pasado miércoles por los estudiantes en la capital del departamento.
En Bellas Artes no hay los elementos necesarios para dictar las clases, un solo juego de tamboras se lo prestan cerca de 400 alumnos, no tiene Internet, carecen de pinturas, una sala de teatro, la sala de exposición es ocupada por el Consultorio Jurídico, no hay un campo deportivo, y así faltan muchos elementos más.
Pero no son solamente los estudiantes, Carlos Maldonado, docente en el área de folclor, asegura que “los profesores no tenemos dónde sentarnos, no hay sala de profesores, no hay laboratorios de arte; estamos impartiendo educación artística y no tenemos un pincel, los muchachos son muy pobres y no le reconocen su talento”.
UPC en la oscuridad
El panorama en la Universidad Popular del Cesar cada vez es más oscuro. Esta semana recibió dos ‘golpes’, primero fue catalogada como “una de las peores universidades públicas” del país, según expuso la viceministra de Educación, Natalia Ariza Ramírez, y un día antes, los estudiantes de la facultad de Bellas Artes protestaron por “la falta de compromiso” de las directivas.
La viceministra Natalia Ariza Ramírez aseguró a los medios de comunicación que existen denuncias por “casos de corrupción” en el proceso democrático que actualmente se lleva y que dará al nuevo rector de la UPC, remplazo de Jesualdo Hernández Mieles.
Por su parte, los integrantes de la Facultad de Bellas Artes se siente abandonados, eso les produce sensación de aislamiento desde el eje central del claustro universitario.
Aunque se habla de que la visita, inesperada, de la viceministra de Educación obedecería a movimientos de altos políticos del Cesar, que intentan quedarse con el manejo del alma máter, pero están viendo empañadas sus aspiraciones.
La alta funcionaria exhortó al Consejo Superior Universitario para abstenerse de escoger al próximo rector, en caso de no tener garantías y sentirse presionado, “por dos corrientes, una externa y otra interna en la universidad”, dijo.
El máximo organismo de la Universidad Popular emitió un comunicado de seis puntos, entre los cuales resalta: rechazo a las prácticas corruptas y la falta de transparencia denunciada a través de los medios de comunicación; invitó a las personas a denunciar oficialmente sobre compra de votos, constreñimiento y cambio de notas por votos y también ordenó a la Oficina de Control Disciplinario Interno dar trámite a las investigaciones a las que haya lugar y dar traslado de los hechos irregulares conocidos públicamente a la Subdirección de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación.
Este semana el Consejo Superior Universitario deberá escoger el nombre del nuevo rector, entre los cinco candidatos avalados como son: Carlos Emiliano Oñate Gómez, quien ganó la consulta estamentaria; Enrique Alfonso Meza Daza (se dice es candidato de la Gobernación del Cesar); César Orlando Torres Moreno; Félix Miguel Movilla Contreras; y Luis Alberto Caballero Freyte.
Cultura maltratada
En entrevista con el decano de la Facultad de Bellas Artes, Efraín ‘El Mono’ Quintero, este aseguró “ellos (estudiantes) firmaron el documento y cuando me lo llevaron, les dije que porque no me había incluido, porque si hay alguien que tiene una inconformidad por el hecho de que nuestra facultad esté en la tierra del olvido, soy yo”.
Quintero agregó que el programa de Bellas Artes amerita tener laboratorios y no los tiene, “estoy cansado de pedir que nos den el laboratorio, de pedir que nos den el salón de danzas, un espacio para teatro”.
Reconoce que se han invertido algunas cosas, pero no son suficientes para copar las necesidades que exige la carrera.
“Estoy de acuerdo con los alumnos y los docentes porque tenemos que pellizcarnos, por Dios, cómo va a ser posible que aquí la cultura esté tan maltratada, y no solamente por las autoridades de la universidad, sino por el gobierno; no tenemos departamento, alcaldía y el Ministerio de Cultura todo lo tiene olvidado, parece que estamos ocupando la última alcoba de la casa del olvido”, resaltó ‘El Mono’ Quintero.
Ya son 12 años los que Efraín Quintero lleva al frente de dicha facultad, pero por muchos esfuerzos que haga, la universidad no ha respaldado la actividad cultural. “Yo estoy cansado de luchar, pero esto se resuelve en forma integral, no entiendo cómo la facultad de Enfermería o Derecho, tengan más oportunidades que la de Bellas Artes, cuando debe ser equitativo o proporcional”.
Por ahora las cuatro expresiones artísticas: danza, música, teatro y pintura, se mantienen vivas entre los estudiantes y profesores, que piden mayores garantías a la Facultad de Bellas Artes, para así al final dar a conocer el potencial del Cesar en ellas.
Para conocer su versión sobre las inquietudes de los estudiantes de Bellas Artes, se ha buscado al rector de la UPC, Jesualdo Hernández Mieles, pero no ha sido posible establecer el contacto.
En la historia quedaría
En una publicación de EL PILÓN, en febrero del año anterior, se cuenta cómo en 1982, cuando el entonces gobernador Edgardo Pupo Pupo y la primera Dama Nelly Castro de Pupo tomaron la iniciativa de fundar, alrededor de un grupo de personas que estaban vinculadas a las artes plásticas de la región, una de las primeras Escuelas de Bellas Artes en Colombia.
Llevó a sus filas a estudiantes como: ‘Pepe’ Maestre, Celso Castro, Álvaro Martínez, Efraín Quintero, Germán Piedrahita, quienes quisieron salir adelante con su proyecto de vida relacionado con las artes plásticas.
“Toda la actividad cultural de la ciudad y la región empezó a crecer, hicieron obras de teatro, comenzaron a recoger las primeras piezas arqueológicas de las culturas de la región, creando mayor participación de los gobiernos, empresas privadas y comunidad, lo que permitió que se diera el proceso cultural que originó la creación de la Escuela de Bellas Artes”, recordó el actual decano de la facultad de Bellas Artes de la UPC, Efraín Quintero Molina.
En 1996, cuando al mando del Cesar se encontraba Mauricio Pimiento, según Quintero Molina, se acabó la Banda Departamental que llevaba años de representar la región. Hecho que le dio inicio a fricciones y las artes comenzaron a tomar un giro inesperado, que fueron combinadas con la Secretaría de Educación del entonces, sin presupuesto. Dificultad a la que se sumó la no aceptación de los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes a la Universidad Popular del Cesar por no tener un registro ante el Ministerio de Educación que les permitiera ingresar al claustro educativo, situación que los dejó desilusionados.
Sin embargo, años después y con ganas de seguir luchando por sus sueños, los entonces estudiantes realizaron gestiones ante la UPC para que Bellas Artes se convirtiera en una dependencia de la institución educativa superior; de esta manera, en el año 2002 nació la facultad de Bellas Artes.
Hecho que se presentó también gracias a convenios interinstitucionales establecidos entre la UPC y la Gobernación del Cesar, que crearon el programa de Licenciatura en Arte, Folclor y Cultura.
En la actualidad este centro de artes, que alberga alrededor de 400 estudiantes, provenientes de todo el país, ofrece cuatro énfasis, en el área de pintura, música, danza y teatro, sumados a los componentes pedagógicos que otorga la formación de un profesional, apto para ejercer un trabajo idóneo ante la formación exigida por el Ministerio de Educación.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co