El conflicto armado es uno de los flagelos que afecta a Colombia y sus diferentes regiones, ante esto, los niños, niñas y jóvenes también se han visto envueltos en esta problemática. Para evitar que esta población siga viviendo momentos de tensión, la Fundación Nacional Batuta adelanta el programa ‘Sonidos de esperanza’, con el que busca descubrir y fortalecer el talento de los menores.
La Fundación Nacional Batuta tiene 33 años de los cuales cerca de 20 han estado en la región Caribe: “Esta población víctima con la que trabajamos en el programa de ‘Sonidos de Esperanza’ es fundamental para ayudarlos a superar y a ganar seguridad en sí mismo, autoestima, poder socializar mejor. Son niños que debido a su condición tienen déficit para socializar. Gracias a estas actividades del acompañamiento psicosocial, que son talleres con la familia, también no solo con los niños y niñas, sino con la familia y con la comunidad”, explicó Patricia Iriarte, gerente regional de la Fundación Nacional Batuta.
En la región Caribe más de 4.600 niños pobres forman parte de los centros musicales, de los cuales en Valledupar hay dos: en el colegio Ricardo González y en Nando Marín. Así mismo el municipio de Codazzi también cuenta con un centro Batuta. Según cifras de la fundación, en Valledupar hay 140 niños focalizados por la entidad.
EL RESCATE DE LA CULTURA MUSICAL
Lucía González, presidente de la Fundación Nacional Batuta, explicó que otro de los proyectos es rescatar y mantener viva la cultura musical de las diferentes regiones.
“Batuta trabaja con un repertorio de música colombiana ciento por ciento, tanto creada por los niños y niñas en trabajos que se llaman ‘Proyectos Creativos’, que realizan cada año con sus profesores, también labora con más de 200 piezas que hacen parte del repertorio musical colombiano, más los proyectos de formación sinfónica que son orquestas, también se ejecutan repertorios universales”, expresó González.
“Queremos seguir fortaleciendo nuestra presencia en este territorio, sabemos que aquí hay un talento musical impresionante que tampoco se reduce solamente al acordeón y que aquí ha habido interés en desarrollar las músicas del territorio desde varios formatos. Parte de la gestión que queremos hacer es activar los convenios que habíamos tenido y que no hemos renovado y abrir nuevos espacios porque sabemos que hay muchas zonas donde las oportunidades de la formación musical no alcanzan a llegar y Batuta cumple esa tarea”, agregó.
Por último, la presidenta de la fundación destacó que uno de los proyectos próximos a poner en marcha será la consolidación de semilleros, es por eso que además del Cesar, en el departamento de La Guajira y sectores de la región Caribe comenzarán con dicha labor.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN