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Basurero de miedo

En Valledupar perdió la estrategia para poner orden al manejo de residuos sólidos, principalmente podas y escombros que transportan los carromuleros, vehículos que por cierto ya no deberían estar en las calles, según el decreto 178 de 2012, por el cual se establecen medidas relacionadas con la sustitución de vehículos de tracción animal.

Entre 1.800 y 2.000 toneladas de basuras al mes son recolectadas por Aseo del Norte en los botaderos informales en lotes y otros puntos críticos del espacio público de la ciudad.

Por ello, el año pasado la Alcaldía dispuso de terrenos en las bodegas de Idema, en la carrera 7ª con calle 36, para que los carromuleros arrojaran solo en ese punto las podas y escombros que luego eran recogidos y procesados por la empresa de aseo. Sin embargo, el botadero tuvo que ser cerrado porque se presentaban a diario quemas de desechos, provocadas por algunos recicladores informales, que con la humareda atentaba contra la salud de los vecinos del barrio Panamá.

Luego de que la administración municipal cerró el punto de acopio, y no ha formalizara otro, el otro terreno abandonado del antiguo Idema, en la carrera 7A entre calles 20B y calle 20D, junto al Pabellón del Pescado, volvió a ser utilizado como botadero sin control. La esperanza de los comerciantes y residentes del sector es el proyecto de la Alcaldía para construir una nueva plaza de mercado allí, pero resulta que no se ha conseguido la financiación y su aprobación en el OCAD Regional está embolatada debido a su alto costo, 56 mil millones de pesos.

En ese basurero están los desechos del ‘elefante blanco’ – Centro Comercial La Granja, proyecto que hace más de una década se empezó a construir por el entonces alcalde, Ciro Pupo, pero quedó en promesas y con miles de millones despilfarrados. El panorama allí es lúgubre y más desde el pasado fin de semana, luego de que se presentara un escabroso crimen: dos mujeres fueron encontradas muertas con signos de tortura. Ese es el riesgo que se corre con los lotes baldíos, que se conviertan en guarida de delincuentes y consumidores de drogas, situación que tiene clara la administración municipal porque constantemente hace llamados a los dueños de lotes privados para que los encierren y limpien. La ley debe entrar por casa.

Recordamos que en ese mismo predio proyectó el exalcalde Fredys Socarrás la construcción de la Policía Metropolitana, otro sueño que está embolatado, pese a que ya se dispuso de otro terreno con mejores condiciones en el suroriente de la ciudad, y la Gobernación del Cesar ha dispuesto los recursos para los diseños. Al parecer, no hay disposición de la Dirección Nacional de la Policía para asumir la Metropolitana de Valledupar, con injerencia en los municipios de La Paz, Manaure, San Diego y Codazzi.

Así las cosas, aunque hay aproximadamente 18 basureros informales en diferentes puntos de la capital del Cesar, indudablemente el de mayor preocupación es el de Idema, en el barrio La Granja, el cual hay que erradicar lo más pronto, a través de un proyecto aterrizado y realizable para el beneficio de la comunidad vallenata.

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