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Barrio Doce de Octubre convive con la oscuridad

Los habitantes del barrio Doce de Octubre pareciera que están condenados a seguir viviendo con la oscuridad de sus calles, por la falta de un sistema de alumbrado público.

Sin embargo, cada mes en el recibo de Electricaribe llega el “Impuesto por Alumbrado Público”, que en la mayoría de las casas tiene un costo de 10, 20 y 30 mil pesos.

Para mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan, la empresa Concesión Alumbrado Público de Valledupar comete un delito porque está cobrando un servicio que no presta de manera satisfactoria, pero el Alcalde, los concejales y dirigentes políticos se hacen los de los oídos sordos y la vista ciega. Les importa un bledo que la oscuridad del barrio sea cómplice para que los delincuentes, jibaros y marihuaneros se pongan de ruana una comunidad que ha apoyado el crecimiento de la ciudad a costa de su propio sacrificio de vivir en la tenebrosidad.

Ignacio Lara, uno de los fundadores y líder social del sector residencial, asegura que da vergüenza que los habitantes del barrio tengan que vivir en tinieblas por falta de un servicio carísimo que paga religiosamente cada familia. “Es el servicio más caro del país y lo cobran sin prestarlo”, precisó.

Pero no solo la oscuridad está en cada calle también las avenidas como la séptima, la 12, calles 28, 30, 36, sufren del abandono total.

También el colegio Rafael Valle Meza adolece del mismo servicio y de noche su alrededor sirve de madriguera a marihuaneros y delincuentes que acechan al transeúnte; es un lugar en tinieblas, por donde los habitantes no pueden transitar.

Ahí mismo colinda la cancha sintética, a la cual el Gobierno Nacional le invirtió miles de millones de pesos, hoy está abandonada, con solo el 40 por ciento de iluminación, mientras que su encerrado está oscuro.

Ahí también está un pequeño parque para los niños, abandonado, la Policía no se aparece ni en fotos y los niños y niñas temen llegar de día porque es una cueva y de noche nadie se acerca.

Los habitantes del barrio Doce de Octubre reclaman con justa razón que la empresa Concesión de Alumbrado Público de Valledupar inicie de inmediato una reparación de las luminarias porque las que están no sirven y también que incremente la iluminación de las calles, carreras y avenidas, porque para eso pagan mensualmente.
Lo otro es que los habitantes han empezado a protestar por el incremento inusitado del consumo de energía eléctrica que factura cada mes Electricaribe.

Alegan que en los últimos cinco meses el incremento es tan notorio que pasaron a pagar 150, 200 y 250 mil pesos, cuando solo pagaban 70 o 100 mil pesos.

“El pulpo” como denominan a Electricaribe, según los habitantes, ha incrementado sus tarifas de manera ilegal e inconsulta y los padres de familias ya no tienen como pagar los recibos que cada mes.

El alcalde Freddy Socarras deberá ordenar a quien corresponda iniciar los trámites para que los habitantes del barrio puedan gozar del servicio de alumbrado público y el Comandante de la Policía debe diseñar cuanto antes una estrategia policial para desmantelar las pandillas de marihuaneros que merodean y se han tomado el sector del colegio Valle Meza, la cancha sintética y el pequeño parque del sector.

De no ser así, la situación podrá desencadenar problemas mayores y lo que se quiere es prevenir no curar. Hasta la próxima semana.

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