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Barriga llena, corazón enfermo. Los fritos y las harinas están matando a los cesarenses(+Infografias)

Por Annelise Barriga Ramírez

Annelise.barriga@elpilon.com.co

Son las 10:00 de la mañana, Cielo López ha vendido 100 empanadas, 80 deditos de queso, 50 papas rellenas y 70 arepas de queso. A esa hora, cumplida su misión se irá a su casa a tomar un descanso para emprender la labor de preparación de las frituras que venderá al día siguiente. “Antes preparaba la mitad de lo que hago hoy en día; a la gente le encantan mis fritos. Los fines de semana o de fiestas debo duplicar los materiales porque por lo general salen más ventas”, manifestó.

Muy cerca del negocio de Cielo, Lilian Ramírez una mesera, empaca un kilo de uvas para un cliente y mientras le entrega los vueltos dice en voz alta que las ventas están muy regulares y hace una breve petición al cielo para que las cosas mejoren. “De pronto con el calor, la gente se anima a comer patilla”, dice.

Entre 30 y 40 ensaladas de frutas al día es el promedio de ventas del lugar, las cuales en su gran mayoría son solicitadas con adicional de helado, queso, salsas de chocolate, fresa, leche condensada y/o galleta. “Los vallenatos son de poca fruta, después andan quejándose de diversas enfermedades como la del corazón. Cuando ya las tienen es que optan por este saludable alimento”, afirmó Ramírez.

Las palabras de la vendedora hallan sustento en el testimonio de Melitza Quintero, quien hasta hace poco fue clienta de negocios de comida callejera, sin prestar atención a si eran o no saludables. “Comía como una bárbara. Por la noche no me importaba ir a la avenida Simón Bolívar y cenar con una sopa de mondongo, chicharrones, chivo guisado o tortilla de huevos; hoy en día sé que debo comer para alimentarme y no para llenarme”.

Melitza tiene 54 años y hoy agradece a Dios que le dio una segunda oportunidad de vivir para contar su testimonio y buscar con ello que las personas tomen consciencia a la hora de alimentarse. Sus desórdenes alimenticios la llevaron no solo a pesar 104 kilos sino que le originaron un infarto coronario, a raíz de la obstrucción de cuatro arterias, lo que impedía el flujo normal de sangre al corazón.

“Estuve a punto de morir”, dijo y contó además sobre sus padecimientos en clínicas de Valledupar, Cesar; San Juan del Cesar, La Guajira y Barranquilla, Atlántico. En ese entonces pesaba 104 kilos. La enfermedad le sirvió para aprender a controlar sus emociones y el estrés laboral y del hogar, puesto que son otros factores que inciden en este mal. “Muchas veces uno se afana innecesariamente o coge rabietas constantemente sin pensar que esto afecta el organismo. Uno debe tomarse la vida más suave, entendiendo que es una sola y que hay que disfrutarla”, precisó. Hoy Melitza sigue un régimen especial de alimentación, con abundantes frutas, pocas harinas y sin grasas; pesa 96 kilos y su meta es llegar a 75.

  • En el Cesar gran porcentaje de las muertes están relacionadas con enfermedades del corazón. ¿Por qué ocurre este fenómeno? EL PILÓN consultó a expertos para buscar explicaciones.

Radiografía del problema

Infarto del miocardio, muerte súbita cardíaca, cardiopatía isquémica crónica y angina de pecho, catalogadas como enfermedades isquémicas del corazón, constituyen la principal causa de mortalidad en los cesarenses en los últimos años.

Así lo registra la Secretaría de Salud Departamental en sus informes estadísticos, dando cuenta que cerca del 90 por ciento de los afectados son personas mayores de 55 años, cuya población predominante es el género masculino.

Una de cada seis muertes es por problemas del corazón, tendencia similar en el país puesto que la relación es una de cada cuatro, situación que ‘prende’ las alarmas en las autoridades de salud.

De acuerdo a la coordinadora de Vigilancia Epidemiológica del Cesar, María Teresa Garcés Padilla, el riesgo de morir por afecciones del corazón se incrementa con la presencia de otras enfermedades como hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, problemas de colesterol y triglicéridos, así como la herencia y edad avanzada en hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 años.

Expertos hablan del tema

El internista cardiólogo, Rafael Marulanda Brito plantea que las enfermedades coronarias o isquémicas del corazón son la principal causa de mortalidad en los seres humanos no sólo en Valledupar sino en Colombia y el mundo ante los malos hábitos alimenticios y sedentarismo.

El experto aseguró que para combatirlas es clave disminuir las grasas saturadas así como el consumo de harinas y tratar de combatir la obesidad desde la infancia porque después que un niño se torna obeso es muy difícil que retorne a su peso normal, allí se habla de prevención primaria que debe iniciar en los hogares e instituciones educativas.

“La prevención secundaria que es la que se hace cuando la persona tiene diagnosticada una enfermedad coronaria consiste en estudios previos como prueba de esfuerzos, cateterismos, entre otros; o cuando el paciente propiamente ya ha tenido un infarto. Aquí debe ser sometido a un programa de salud estricto con cardiólogos, dietistas, psicólogos, entre otros, para brindarle una mejor calidad de vida y disminuir la mortalidad por eventos coronarios”, explicó el cardiólogo.

Por su parte, la nutricionista Antonia Carretero se refirió a la importancia de una alimentación saludable rica en verduras y frutas, donde se eliminen las comidas rápidas, frituras y se opte por cocinar con aceites vegetales. “En nuestro entorno es habitual el consumo de sancocho (que mezcla tres y más harinas), chivo, queso, suero, leche entera y pasteles, que tiene gran cantidad de grasa y cuyo consumo en exceso perjudica el organismo. Lo ideal es modificar estos hábitos”, aseveró Carretero.

 Entre tanto, la gerente del Instituto Cardiológico del Cesar, Martha Socarrás, se refirió a la importancia de vigilar las cifras de tensión arterial, glicemia y conocer el valor de los lípidos (triglicéridos y colesterol), a través de evaluaciones médicas periódicas, así como de la necesidad de estilos de vida saludable desde la infancia.

Finalmente, el profesional de la actividad física, Leonardo Castilla, recomendó practicar con frecuencia ejercicios aeróbicos, que incluyen caminar, nadar, manejar bicicleta y bailar, previo a un período de calentamiento. “Según la Organización Mundial de la Salud, lo mínimo deben ser tres veces por semana por un lapso de 35 a 45 minutos para prevenir enfermedades cardiovasculares”, precisó.

 La situación en cifras

De acuerdo a informes del DANE, en el 2009 se registraron 3.511 fallecimientos de personas en el Cesar, donde las enfermedades isquémicas del corazón (infarto del miocardio, muerte súbita cardíaca, cardiopatía isquémica crónica y angina de pecho) constituyeron la primera causa de muerte con el 12,93% de casos, afectando principalmente a los mayores de 65 años. En el 2010 fallecieron 3.484 cesarenses. Las afecciones del órgano que bombea la sangre también fueron el principal motivo de las muertes, con el 11,91%.

En el 2010 fallecieron 3.484 habitantes del Cesar. Las afecciones del órgano que bombea la sangre también fueron el principal motivo de las muertes, con el 11,91%.

 En el 2012 el Instituto Cardiológico del Cesar atendió 4.928 pacientes por consulta de cardiología para adultos y 1.000 niños por consulta de cardiología pediátrica. De acuerdo a la gerente de la institución, Martha Socarrás, esto indica que existen cerca de 6.000 potenciales enfermos de corazón, teniendo en cuenta que cuando un paciente es remitido al cardiólogo existe un indicio de la patología.

 El caso de los menores de edad es preocupante. Según el análisis de Socarrás, esta situación se presenta porque “los chicos de hoy en día con tanta televisión, tablet, videojuegos, computador o celulares han dejado de lado los juegos de campo. Y si a esto se le añade el consumo masivo de comida ‘chatarra’ se puede asegurar que esta población será más propensa a adquirir una enfermedad coronaria”. 

Cifras

Las enfermedades isquémicas del corazón dejaron sin vida a 415 personas en el 2010, 454 en el 2009 y 420 en el 2008. Cifras que se mantuvieron en el 2011 y 2012, de acuerdo a Vigilancia Epidemiológica, pero que aún los integrantes de la Secretaría de Salud Departamental no han subido al sistema y por ende no pueden precisar.

Factores de riesgo

Aunque la incidencia de enfermedades coronarias, de acuerdo a cardiólogos, aumenta progresivamente con la edad y existen factores hereditarios que los propician; hay otros componentes que actuando sobre ellos se pueden modificar, como por ejemplo:

-Colesterol elevado: Los niveles altos de colesterol en la sangre se pueden disminuir con dieta, disminución de la obesidad, ejercicio físico y en la mayoría de los casos con fármacos.

-Tensión arterial: Que aumenta el riesgo de tener trastornos en las arterias coronarias, en particular a medida que la persona envejece. Es modificable prácticamente con las mismas medidas que para disminuir el colesterol en sangre.

-Tabaco: Los fumadores tienen más del 50% riesgo de enfermedad coronaria que aquellos que no fuman. El fumar aumenta los niveles de monóxido de carbono en la sangre lo que causa daño en el endotelio de los vasos sanguíneos.

-Diabetes mellitus: Aumenta el riesgo de coronariopatías, especialmente en mujeres, porque la enfermedad ‘dispara’ la adhesividad de las plaquetas y aumenta el nivel de colesterol sanguíneo. El enfoque aquí es controlando los niveles de glucemia.

-Los anticonceptivos orales se asocian con una mayor incidencia de infartos de miocardio, especialmente en mujeres fumadoras.

  • “Está comprobado por diferentes estudios que el ejercicio, eliminar el cigarrillo, combatir la obesidad, controlar la diabetes, hipertensión y estrés, desencadenan más años de vida en las personas”: Rafael Marulanda Brito, internista cardiólogo.

 PUNTOS DE VISTA

 Álvaro de Jesús Arrieta Gil. “A mí me operaron de las válvulas mitral y aorta porque no podía ni caminar; sentía que me estaba ahogando. Desde entonces no como fritos, salados, carnes rojas, bebidas negras. Si consumo queso debe ser pasado por agua caliente. Hoy en día no puedo hacer trabajos pesados para evitar esforzar el organismo. Todos los meses vengo a control en Valledupar y anualmente en Bucaramanga”.

 Felícita Quintero. “Siento un dolor intenso en el pecho y dificultad para respirar. Por las noches siento que me falta el aire, por lo que no puedo dormir bien. Los médicos dicen que tengo el corazón crecido. Me practico chequeos frecuentemente para evitar riesgos mayores”.

 Elisa Hernández. “En muchas ocasiones me da taquicardia; siento como si el corazón me latiera más rápido de lo normal. Esta afección la padezco desde hace tres años. Al parecer lo que tengo es un ‘soplo’ en el corazón, otros médicos me diagnostican arritmia cardiaca, que pudo ser originada por estrés o colesterol alto. Con la enfermedad he aprendido a tomarme las cosas con calma; comer bajo de grasa y sal, así como alimentos asados o cocidos; y caminar cerca de 20 minutos”.

 

 

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