Una buena noticia, entre tantos hechos lamentables y tristes que ocurren en el Cesar y Valledupar. Mientras unos jóvenes que apenas inician la vida, deciden acabar con ella, por otra parte se hace lo posible por poner en marcha el Banco de Leche Materna, un centro desde el cual se impulsará el consumo del líquido mágico que conduce al ser humano desde que nace por el camino de la vida con seguridad y salud.
Es una iniciativa del Hospital Rosario Pumarejo de López, que fue anunciada hace varios meses, pero que sólo hasta ahora parece dar indicios de querer cumplir su propósito. Es un proyecto que cuenta para fortuna de los cesarenses, del gobierno de Brasil, uno de los países con mayor cobertura en lactancia materna y mejor cultura entre sus mujeres en el tema.
La Organización Mundial de la Salud recomienda hasta los seis meses la lactancia materna exclusiva sin ni siquiera agua por la boca del bebé. Cifra que en el Cesar no se cumple por falta de información de las madres y de orientación de los médicos hacía las gestantes y futuras lactantes.
Por eso se hace necesario cuanto antes que el Hospital Rosario Pumarejo de López, luego de que adecúe la parte técnica y reentrene a su personal, logre una verdadera incidencia social en las comunidades a través de su Banco de Leche Materna, pues aquí se almacenará la leche que mujeres lactantes aptas para ello, donen y puedan alimentar a niños recién nacidos que por cualquier circunstancia no puedan ser amamantados.
Este Banco, el primero en la región, que busca disminuir la mortalidad infantil, tiene una gran responsabilidad de promover entre las mujeres vallenatas y cesarenses, la lactancia y la donación de leche para ayudar a los recién nacidos que la necesiten, pues los bebés que no pueden ser amamantados son víctimas frecuentes de las Enfermedades Diarreicas Agudas -EDA-, las Enfermedades Respiratorias Agudas –IRA- y la desnutrición.
Incluso, existen estudios validados científicamente que indican que los niños amamantados son menos abandonados y menos maltratados, tienen menos riesgos de abuso y de maltrato que los niños no amamantados y se cree que es por el vínculo profundo que hacen con la madre a través de la lactancia materna. Un vínculo que los amarra a la vida y los ayuda a que se conviertan en mejores seres humanos. Las directivas del Hospital Rosario Pumarejo de López y las Secretarías de Salud Departamental y municipales, por encima de cualquier interés político u económico, deben velar para que el Banco de Leche Materna perdure y cumpla a cabalidad con su propósito.