DOS PUNTOS
Por: Germán Piedrahíta R.
Terminó la fiesta del balón y con el perdón de todos, como fiesta, vale, pero como expresión deportiva, el fútbol, fue un fiasco. En la retina sólo queda el colorido de las barras, la muestra de las ciudades, lo repetido de los estadios, el ruido de las vuvuzelas, los bailes y cánticos que nos mostraron y creo que no hay un partido que alguien quiera repetir, ni una jugada, ni un equipo y menos aquel jugador que por sus creatividad resalte. Del fútbol, nada.
Ganó España con un equipo basado en el campeón con refuerzos, y eso está bien, perdimos los latinos por copiar a la Europa y olvidar la fantasía, el esguince, la picardía y el arte. Los técnicos siguen acabando con lo artístico, con el ser humano y Argentina con muchos magos sentó a Verón, Brasil no llevó a Ronaldiño, Uruguay dejó en la banca a Abreu y Méjico se enterró con Cuathemoc afuera. Nos contentamos celebrando la “garra” sin ganar nada y comiéndonos los comentarios agrandados de los “sabios” que ven otros partidos.
Claro que los que no vieron mundiales del 66 al 86, no entenderán la tristeza de esta nota. Hay un campeón porque fue el que ganó y eso parece bastar. Brasil espera y otra será la fiesta ¿veremos fútbol?
¿A quién o quienes favorecen las peleas entre los mandatarios? No es justo ni correcto con el pueblo, que algunos politiqueros quieran enfrentar al gobernador y al alcalde señalando hechos y obras y menos llevándolos a comparaciones que terminan por dejar mal parados a todos.
El alcalde reclama obras en la ciudad y no acepta las que le muestran porque, como todos, desea más y se deja llevar de esos sobachaquetas que le hacen creer que ese es el camino, cuando siempre lo mejor es el diálogo y el compartir ideas y necesidades y más si revisamos el pasado y encontramos que no son muchas las obras que se les pueden señalar o reconocer a los anteriores gobernadores y más cuando algunos de ellos también se enfrascaron en peleas con los alcaldes de turno.
Al final, como siempre, hemos salido perdiendo todos los que vivimos en Valledupar pues por estar “peleando” el quien hace más o menos, ninguno deja hacer ni hace y la ciudad, queja de todos, gobernadores, alcaldes, asambleas, concejos, políticos y habitantes se sigue descuadernando mientras nos pasamos en reuniones de “Valledupar como vamos” o “Diálogos de ciudad” que si bien son buenos ejercicios de tertulia, que no de debate, serán en un futuro letra muerta en archivos históricos, como la larga zaga de “Besotes” que desde el 69 está dando vueltas y hoy, tras más
de 40 años es apenas un tema más para discutir y de acuerdo a lo escuchado será discutido por las nuevas generaciones dentro de otros 40 años o más.
Señor alcalde, no pare oídos, reúnase con el gobernador, sin intermediarios, sin “amigos políticos” y como dos cesarense amantes de su tierra, conversen, hablen, tómense un café o una fría o quizá un whisky, y verá que como en toda charla de amigos, las cosas mejorarán para todos.
¡Y quería ser presidente¡ En su rectificación, la desvergonzada ex senadora, ex candidata y ex secuestrada quiso tapar su inmoralidad con disculpas que ni ella cree. Ya no es demanda sino una solicitud simbólica de quince mil millones ¡por si las moscas¡ Por que si de hablar de culpabilidades las tiene al igual que todos los congresistas, pues gracias a los aberrantes manejos en Cámara y Senado es que subsiste la guerrilla debido a las inmensas diferencias creadas por leyes, normas y negociados aprobados por los “honorables” y realizados alegremente por un “ejecutivo” tan tramposo como sus mentores. Y prontamente pelaron el cobre otros de los liberados dejando al desgaire sus “por si acaso”.
¿De qué estamos hechos los colombianos? ¿Qué clase de barro cogió Dios para hacernos? ¿Esa costilla era de hiena? Hasta Macondo fue superado por el Oxígeno de la ambición. ¡Dios nos ampare¡
gepiro1@hotmail.com
P.D. Invitamos cordialmente al lanzamiento del libro “Bonanza y Crisis del Algodón en el Cesar 1950-2010” del docente e investigador Will Calderón mañana viernes en el Banco de la República a las 6,30 p.m.