X

Balneario Hurtado no recibió los visitantes esperados este 8 de diciembre

Poca asistencia de visitantes este 8 de diciembre en el Balneario Hurtado del río Guatapurí. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Este martes 8 de diciembre, el Balneario  Hurtado no recibió los cientos de visitantes que se acostumbraban a congregar para bañarse en las frías aguas del río Guatapurí en Valledupar y pasar el ‘guayabo’ de las fiestas de las velitas.  

Lee también: Tres niños lesionados por pólvora en el Cesar durante la Noche de Velitas

El ‘río’ de personas que esperaban los comerciantes y vendedores estacionarios este año no llegó.  Aunque hubo movimiento, no abundaron  los sancochos a las orillas de las frías aguas del Guatapurí. Los motivos son variados, principalmente, la pandemia provocada por el coronavirus y las restricciones impuestas por el Gobierno nacional y municipal.

Recientemente la Alcaldía de Valledupar había dispuesto controlar el número de visitantes a este lugar de la ciudad, debido a que en repetidas ocasiones se presentaron aglomeraciones. Para ello implementó un aforo de 500 personas desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, para evitar que se convirtiera en un foco de contagio del coronavirus. Sin embargo, esto duró un par de semanas y actualmente el balneario no tiene ningún tipo de restricción.

Para José Rafael Vanegas Robles, quien pertenece a la Asociación del Balneario Hurtado, la falta de visitantes podría  estar asociada a tres factores: el autocuidado para prevenir contagiarse con covid-19, la no venta de bebidas embriagantes o la desinformación de las personas que aún creen que está vigente el aforo para 500 personas.

“Comparado con otros años estuvo completamente solo, quizás sea por la pandemia que estamos viviendo. El 6 de enero de 2021 esperamos recibir más visitantes. La reactivación de la economía en este sector es muy lenta porque la base primordial es la venta de bebidas alcohólicas y hasta el momento no hay permiso para vender”, explicó Vanegas Robles.

Los vendedores y comerciantes reportaron ventas bajas. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Por su lado, Lila Rodríguez, vendedora estacionaria en Hurtado y miembro de la Asociación Aspogru, consideró: “Esto está muy solo, no hay visitantes y las ventas están súper bajas.  Las personas creen que el río está cerrado. Llevo 20 años en este lugar como vendedora y en años anteriores un día como hoy no cabía ni una aguja y hoy todo está desolado.  Al menos ya son pocos los vendedores informales y las pérdidas no son tantas”. 

No dejes de leer: Inseguridad, lotes enmontados y malos olores, los males del barrio Don Alberto

GLORIETA DE LOS JUGLARES CON POCOS FANÁTICOS

Otro de los puntos concurridos por propios y visitantes es la glorieta de Los Juglares, donde están ubicadas las estatuas de Diomedes Díaz y Martín Elías.  En este lugar  desde su inauguración eran incalculables las personas que hacían largas filas para fotografiarse con la semejanza de su artista preferido, no obstante, este 8 de diciembre pasó todo lo contrario; solo un par de personas se dejaron apreciar en este sitio.

La pandemia nos cambió todo, pero creo que si se hacen las cosas de manera controlada se puede seguir disfrutando de lugares como estos, porque personas como nosotros, que somos vendedores y vivimos del día a día, somos los más perjudicados”, afirmó Angie Guerra, vendedora de agua y gaseosas.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.

Categories: Valledupar
Periodista: