X

Badillo y muchos corregimientos tienen sed

Esta es la triste realidad del corregimiento de Badillo. Los niños salen a la orilla de la carretera a esperar el carro cisterna del Cuerpo de Bomberos de Valledupar. EL PILÓN / Cortesía.

“La tierra pa’ calmar su sed
y cerrar sus grietas necesita lluvia
y yo para mi sed de amor
y curar mis heridas las caricias tuyas”

Un pueblo con sed, así es la vida en Badillo, como la estrofa construida por el compositor Octavio Daza en la canción ‘La tierra tiene sed’ grabada por Diomedes Díaz.

Al pasar por el corregimiento ubicado al norte de Valledupar, se percata de la crítica situación ante la falta de agua. En la vía hay un sinnúmero de canecas que se confunden con las utilizadas para la venta del combustible de contrabando en otro corregimiento como Río Seco.

Los más de 1.600 habitantes de la población hace seis años calman su sed con la ayuda del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, porque de lo contrario murieran por una gota de agua potable. Las fotografías evidencian una problemática que no encuentra solución en las últimas administraciones de la capital del Cesar.
“Hace mucho tiempo estamos en estas condiciones, no hay agua potable porque no tenemos una planta de tratamiento en el acueducto que sí funciona, pero no podemos consumir esa agua”, dijo Franklin Daza Zabaleta, habitantes de esta población.

Cada dos días los niños de Badillo esperan un carro cisterna de los bomberos como un regalo de Navidad, las canecas están marcadas con el nombre de las familias, porque de no ser así se confunden una con las otras por la inmensa cantidad que se observan en la vía.
Franklin Daza explicó que el camión llega dos veces a la semana a llevar agua potable, “el alcalde ha venido varias veces a prometer la planta de tratamiento y han sido solo promesas, el acueducto tiene buena fuerza, pero no es apta para el consumo”.

Y si no consiguen el líquido con el Cuerpo de Bomberos, deben comprar o contrabandear el agua de Valledupar, ciudad que pierde el 74 % producida en su acueducto, debido a las pérdidas técnicas y comerciales.
Una caneca con 20 litros de agua vale dos mil, es decir, el litro tiene un valor de 100 pesos cuando la empresa de servicios públicos, Emdupar, vende el metro cúbico (mil litros) en 582 pesos.

El gerente de Emdupar, Gustavo Morales indicó que los nuevos estatutos de la entidad le permitirán hacerse cargo de los acueductos corregimentales, pero ahora no están en sus manos.
“Los acueductos de los corregimientos están a la mano del municipio, sin embargo los apoyamos cuando hay esa escasez de agua como en Badillo. Con los nuevos estatutos a Emdupar le va corresponder estar en los corregimientos, pero el tema es complejo porque en Patillal hay una situación ahora y es que no quieren a Emdupar administrando el acueducto”, aseguró funcionario.

Por ahora, el único convenio que se estudia entre la Alcaldía de Valledupar con Emdupar es para brindar apoyo técnico y orientación administrativa al corregimiento de El Jabo, inaugurado hace algunos días por el alcalde Fredys Socarrás Reales, el vicepresidente Germán Vargas Lleras y el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao.
“Ya estamos haciendo los trámites para firmar un convenio que nos permitirá brindar el apoyo técnico y orientar en la parte administrativa al corregimiento de El Jabo, pero ellos serán los administradores”, manifestó Gustavo Morales.

La llegada del Fenómeno de El Niño aumenta más el calvario de los habitantes de los corregimientos en Valledupar, quienes deberán seguir comprando agua a un costo que equivale a más del 100% de lo normal.

Situaciones similares
Las poblaciones más afectadas por época de sequía son: Patillal, Río Seco, La Vega, La Vega Arriba, Los Corazones, Las Raíces, Badillo y El Alto de la Vuelta, debido a la reducción del caudal del río Badillo.

Según el estudio de la Comisión Reguladora de Agua (CRA) realizado en 21 ciudades, Valledupar está entre las ciudades que más derrochan agua. El informe indica que en la Capital Mundial del Vallenato, el consumo por habitante equivale a 24.600 litros, cuando el promedio para tierra caliente es de 17.500, lo que deja ver, según los datos, una diferencia de 7.100 litros de agua por persona no en contra del municipio, sino del medio ambiente y su principal cuenca hidrográfica como lo es el río Guatapurí.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co

Categories: General
Periodista: