Allí, en ese mismo patio, donde por muchas ocasiones se deleitó el maestro Rafael Escalona Martínez y todos los que a él lo seguían, admiraban y respetaban, incluidos los hermanos Zuleta, entre otras grandes figuras del folclor vallenato, ahí se reunió un grupo de amigos pertenecientes a las promociones de bachilleres de los años ochenta, hoy profesionales en distintas áreas, cuyo propósito fue el de revivir viejas épocas y despedir el año 2016.
Se trata de la tradicional casa de Raquel Álvarez de Medina, del inolvidable Cuco Medina. Ahí en la calle 11 entre carreras octava y novena de Valledupar, sitio que el pasado 28 de diciembre fue escenario de exaltación de sentimientos de amistad y compañerismo, tras la convocatoria hecha por los esposos Anyela Medina Álvarez y José Tobías Pumarejo Caro, excelentes anfitriones.
Fue una reunión muy amena en la que hubo tiempo para hablar de todo un poco, resultando de mayor relevancia el tema relacionado con nuestro folclor vallenato. Era de esperarse, pues entre los asistentes estaban artistas como el rey vallenato Juan José Granados, el compositor Richard Daza y los cantantes Eliana Gnecco, Kike Consuegra, Margarita Araújo y “El Peke” Torres, quienes hicieron gala de sus grandes talentos para deleitar al público presente.
Cada canción que sonaba en esa mágica noche folclórica era un hermoso clásico de nuestra música vallenata, las que luego de ser cantadas sacaban más de un suspiro de añoranza entre los que allí departían. “Que hermosura de canción, nada comparable con la música de ahora”, fueron algunas de las expresiones que se escucharon y que le dieron contexto a ese encuentro de hermandad.
“Pero la culpa no es de nosotros los compositores, porque los Chiche Maestre siguen ahí, los Gustavo Gutiérrez, los Rafael Manjarrez, los Luís Egurrola, los Roberto Calderón, los Iván Ovalle, los Marciano Martínez, los Wilfran Castillo, los Tico Mercado y todos los buenos compositores siguen ahí. La culpa es de los medios de comunicación, son ellos los encargados de propagar esa música que ahora es criticada y que le está haciendo daño al buen vallenato”, afirmaba con vehemencia y guitarra en mano el compositor Richard Daza.
Fue así como al momento de los discursos todas las voces se unieron en torno a la idea propuesta por Anyela Medina, tal es la de comenzar a impulsar, desde las distintas áreas del quehacer profesional, un movimiento encaminado al rescate del buen vallenato y para lo cual se busca institucionalizar todos los años el 28 de diciembre como la fecha de encuentro para evaluar y analizar la situación de la música vallenata.
Desde ya le damos la bienvenida a esta y a todas las propuestas que surjan en pro del folclor, se espera entonces que a este movimiento se unan todas las personas amantes del buen vallenato desde los músicos, investigadores, escritores, periodistas, locutores, medios de comunicación y los distintos estamentos que integran al fantástico país vallenato.