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Ayer y hoy de la Policía

Foto cortesía

En el barrio La Guajira centro de Valledupar encontramos al sargento Zamora Martín Medardo, primer comandante de lo que hoy es el Departamento de Policía Cesar. Un hombre de origen campesino, de lo que se enorgullece, como portar el uniforme de Policía. Repitió varias veces que era de origen campesino, y no precisamente por olvido, porque a pesar de su avanzada edad es poseedor de una memoria envidiable.

El sargento Zamora, oriundo de Manta, Cundinamarca, un municipio que se ubica en la vía que de Bogotá conduce a Tunja, pasó a ser policía por una decisión de escritorio. Llevaba año y medio en el Ejército prestando el servicio y fue trasladado a la Policía Militar, “con ocasión de la Policía antigua que se reveló contra el Gobierno el 9 de abril (1948) entonces se formó una Policía y la sacaron de los cuerpos de las tropas de Usaquén”, donde se formaba en armas. Luego hizo unos cursos de ascenso en la Escuela General Santander. Recuerda que eran tiempos del Gobierno de Mariano Ospina Pérez.

En medio de los hechos históricos del asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, y la situación de orden público que se presentaba en el país, el sargento Zamora refiere que estuvo como agregado en el Batallón de Soatá (Boyacá). “De ahí nos sacaron para allá por el norte por el lado del Cocuy, estuve de alcalde militar en Chita (Boyacá)”, regresó a la División de Servicios Especiales en Bogotá. “De ahí me trasladaron a Uribia en La Guajira que en ese tiempo era una comisaría”. Fue llamado nuevamente a curso y retornó a los municipios de Ciénaga, Río Frío, Fundación y Valledupar. En el poblado que en esa época pertenecía al Magdalena operaba el comando del Distrito N° 4 de Policía, había un oficial al mando. “Pero resulta que en el mes de diciembre del 68 el oficial se retiró o lo retiraron y me dejaron encargado a mí”, las fechas coinciden con el nacimiento del Cesar y la consecuente creación del Departamento de Policía.

Al sargento Zamora le llegó un poligrama de la dirección nacional que en esa época ocupaba el general Camacho Leyva, para que ocupara las instalaciones de una granja agrícola que contaba con cuatro edificaciones. “El telegrama (especie de Twitter de la época) decía que ocuparán las instalaciones de la granja para la cuestión del nuevo Departamento de Policía”.

El nuevo y primer comandante del Departamento de Policía Cesar en cumplimiento de una orden se trasladó desde la estación de la Garita que en esa época funcionaba como comando del Distrito N° 4 de Policía, hasta las nuevas instalaciones. “Llevé todos los elementos, la cocina, los rancheros, todo y me instalé allá”.

Posteriormente vino el presidente de la República, Carlos Lleras Restrepo, a inaugurar el Departamento. “Entonces yo le brindé la protección especial para él y su comitiva, lo acompañé a todas las ceremonias”, días después llegaron a Valledupar dos oficiales enviados desde Bogotá para relevar a quien organizó el Departamento de Policía Cesar y quien asumió como su primer comandante. “Como a los tres días llegaron los oficiales los cuales iban a comandar el departamento, el principal era el mayor Estupiñán Fuertes Luis Felipe, después venía el capitán Sanabria y otros dos oficiales cuyos nombres no recuerdo”. Entre risas y anécdotas rememora que les ofreció comida a lo ‘campechano’.

El mayor Estupiñan Fuertes, nuevo comandante de la Policía Cesar, en un gesto de gratitud, nombró al sargento Zamora en el cargo de almacenista general, un trabajo más tranquilo y debía viajar con frecuencia a Bogotá a traer elementos para la institución… pasó mucho tiempo: “Hasta que se cansaron conmigo y me echaron pa’ fuera”, (risas).

Su desempeñó como policía le valió para que lo llamaran como secretario del Juzgado Penal Militar, en donde permaneció 15 años, dice – dice entre risas- mientras le resolvían la situación de la pensión y las prestaciones sociales, pero ya era civil y había construido una familia con la sanjuanera Aida Suárez, y fruto de esa unión nacieron ocho hijos.

EL HOY DE LA POLICÍA

El coronel Lacides Miguel Ramos Blanco, actual comandante del Departamento de Policía Cesar, es un sincelejano de 46 años de edad. El oficial sucreño ingresó a la escuela Francisco de Paula Santander en el año de 1993, ha laborado en los departamentos de Atlántico, Tolima, Cundinamarca, Cesar, y en la Dirección de Protección y Servicios Especiales. “Hoy tengo la oportunidad de ser el comandante del Departamento, número 37, que es un gran honor servirle a este gran departamento, poder contribuir a la convivencia y seguridad ciudadana de todos los cesarenses y valduparenses para que día a día esa convivencia sea mejor para uno como policía la mayor satisfacción es que ese tejido social cada día se recomponga que apunte a que la sana convivencia sea la constante y que podamos ejercer todos nuestros derechos y libertades sin ningún contratiempo”, el oficial llamó la atención sobre los deberes ciudadanos en el marco del Código Nacional de Convivencia de 2016.

LOS RETOS

El Departamento de Policía Cesar le apunta a la disrupción del delito, de igual forma contrarrestar o neutralizar aquellas estructuras delincuenciales que viven generando zozobra en el departamento. “Seguir contribuyendo a desarmar a muchos de los delincuentes y por eso día a día la Policía Nacional dispone de todas sus capacidades de inteligencia de Policía Judicial, Gaula, Fiscal y Aduanera para atacar todo esas manifestaciones delictivas, economías criminales que de una u otra forma fortalecen todas esas estructuras. Es un trabajo arduo, constante, pero no es un trabajo que hacemos solos, lo hacemos de manera coordinada con las otras instituciones como son la Fiscalía General de la Nación, las autoridades políticas y administrativas y de la mano con los ciudadanos”.

La invitación a la ciudadanía: “Es el respeto a las normas, las leyes, autoridades. El respeto sale o nace de algo tan sencillo como es la familia; tan sencillo pero muy valioso para que una sociedad sea respetuosa, obediente de todas las normas, eso se ve reflejado en la sana convivencia. El llamado es a los padres de familia a que eduquemos muy bien a nuestros hijos que le infundamos las buenas prácticas, el respeto hacia los adultos como era antes, hoy quizá muchos de los problemas nacen de ese respeto que se pierde al interior de los hogares”.

En los 128 años que hoy está cumpliendo la Policía, trabajan en el fortalecimiento institucional. “Buscamos que sea una Policía más fortalecida, actualizada para obtener todos los retos que la sociedad nos pide hoy en día, nos piden mayores resultados, más activa, anticipativa y para eso estamos trabajando cada día nuestras mujeres y hombres se preparan para afrontar todas esas manifestaciones delictivas que debemos atacar. La delincuencia se transforma y nosotros como policía no nos podemos quedar anquilosados, tenemos que avanzar para contrarrestar todas esas manifestaciones. La Policía ha avanzado en una policía que ataca todos los delitos cibernéticos y para eso venimos preparándonos muchos de los policías de la Sijín de inteligencia para que aprendamos a darle solución y orientar de manera adecuada a todo lo que los ciudadanos manifiestan sobre alguna situación irregular con relación a estos delitos”.

LA PAZ

Para el policía que vivió la guerra partidista la paz se construye con la confraternidad de los partidos. “Los partidos políticos se dividen y cada quien coge pa’ su lado y no resuelven los problemas de los ciudadanos… la gente se desespera, lo que pasa ahora con las guerrillas, unos no quieren aceptar la paz y otros sí, es un constante trajinar sobre la cuestión de la paz, pueda que algún día se solucione y podamos vivir los colombianos en paz”. Con este mensaje el sargento Zamora invitó a la construcción de paz.

HAMILTON FUENTES / EL PILÓN
hamiltonfuentes@yahoo.com

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