“Recuerdo que esperábamos ansiosos la hora de ir a cantar villancicos en casa de cualquier vecina, me encantaba reunirme con amigos para disfrutar de dulces y compartir la lectura del nacimiento del niño Jesús”, esta afirmación, expresada por Rosalba Ángel, de 54 años, relata bien, lo que ya es una evidencia en estos días, la perdida de las tradiciones navideñas.
Me cuentan mis queridos lectores que cada diciembre entre vecinos decoraban las calles del barrio, sus casas y pintaban los andenes de blanco, entre más luces instalaban sentían más el ambiente navideño, ésta era una tradición que unía a la comunidad.
“La magia de la navidad se expandía, alegrando a los niños que vivían con algarabía el entorno festivo de la comunidad, hoy es casi una utopía”, relató la mujer.
Pero estas tradiciones poco a poco se han ido diluyendo, al menos así lo reflejan las calles escuálidas de ciudad, en la que solo uno que otro parque está decorado.
¿Qué hacer?
Considero que las tradiciones navideñas son parte de la cultura que nos hace ricos como pueblo, por tal razón invito a impulsar desde las administraciones de turno, un programa de rescate de nuestra tradiciones, no solo en sectores como la plaza Alfonso López, el parque algarrobillos y la María Mulata, anteriormente era realmente bello apreciar las avenidas principales con luces alusivas a la navidad.
Y a mis queridos conciudadanos los invito a decorar su hogares, también hacen parte de la decoración de la ciudad, en diciembre son muchas las personas que llegan a Valledupar, que bonito es recuperar y conservar todas estas tradiciones.
Don Pilo