Incalculables afectaciones ambientales traería consigo el derrame de crudo registrado en la zona baja de la ciénaga Guamalito, en el municipio de Tamalameque, kilómetro 47 del combustoleoducto Ayacucho – Coveñas, línea de 16, en inmediaciones de la vereda de San Francisco.
“Un primer informe adelantado revela que el escape ocurrió el día viernes en la noche. La empresa Ecopetrol atribuye que este derrame se debe a dos perforaciones ilícitas. Así mismo, técnicos de Corpocesar supervisan la aplicación del plan de contingencia e identifican la afectación del ecosistema cenagoso”, manifestó el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, a través de un comunicado de prensa.
Desde este lunes, los técnicos y funcionarios de las autoridades ambientales atienden el derrame de crudo para determinar el grado de contaminación provocado por el combustible y así ejecutar labores de contención, recolección del fluido y limpieza del área impregnada.
Antecedentes
En el 2013 se había presentado un hecho similar en esta localidad del Cesar. En aquella ocasión, según informes de la Corporación, la causa habría sido la falta de mantenimiento a la tubería. En esa oportunidad, el vertimiento se registró a la altura del kilómetro 25+600 metros del oleoducto en el tramo Ayacucho-Coveñas, con una afectación de 90 metros cuadrados, en un terreno utilizado para el pastoreo y sobre el caño La Pepa en un radio de dos kilómetros a lo largo del humedal.
En ese momento, el ambientalista Tomás Darío Gutiérrez indicó que “una situación así en un sector con muchos humedales puede afectar la vida de los peces de manera directa, de aves acuáticas que se sumergen, moluscos, insectos y árboles”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN