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Aunque usted no lo crea, en Colombia existe la xenofobia

Hay una reunión social, hay hombres, mujeres y niños,  los más “sabios” de la reunión, “sabios” por el tono de voz, las gesticulaciones y la seguridad con que lo dicen, como si se tratara de una gran clase magistral en alguna universidad prestigiosa del mundo, aducen que los “venecos” son perezosos, porque todo se lo daban, brutos por votar por Maduro, desorganizados y “cagaos” porque no han podido deponer al dictador, sobre  este asunto se escuchan risas burlescas y los más “machos” sacan pechos de gorilas, nombrando despectivamente “placas blancas” a las mujeres venezolanas, aduciendo que todas ejercen la prostitución, o todas son inmorales, por el solo hecho de tener esa nacionalidad.

Sí señor, aunque usted no lo crea, colombianos haciendo xenofobia (fobia a los extranjeros. RAE). Nosotros los colombianos que hemos luchado contra la discriminación en diferentes partes del mundo, para rechazar el trato despectivo, no podemos actuar contrariamente a estos esfuerzos con los venezolanos.

En el mundo actualmente por diferentes motivos, se experimenta la tendencia de procesos de migraciones. Suceso relacionado con los hermanos venezolanos, que pasan por una crisis humanitaria, lidian con los problemas de las migraciones, relativos a la alimentación y sostenimiento básico de la familia, y lo peor, soportan a diario los comentarios de mal gusto de algunas personas, que seguramente no saben que 169.419 colombianos migraron a ese país entre 1970 y 1979; y 207.686 entre 1980 y 1999,  según cifras oficiales de conformidad con datos del diario, El País (edición 1 de abril de 2017), estos compatriotas mantenían a sus familias con el trabajo que ejercían en esas tierras.

Colombia tiene un compromiso histórico con respecto a la crisis humanitaria venezolana, y tenemos dos opciones. I) La de acoger a los hermanos venezolanos, propagando un pensamiento tolerante de lado y lado, y realizar actuaciones de ayuda a los mismos, ya que hacia la solidaridad se debe orientar la condición humana, con el ánimo de ayudar al ser humano independientemente de su origen, religión, procedencia, es más, mínimo respetarlos en su ser y no maltratarlos verbalmente; y dejar de sacar ventajas en diferentes aspectos, valiéndose de su situación de vulnerabilidad, propia de la naturaleza miserable de ciertas personas. ii) o la de seguir acrecentando la bola de nieve, y que en los menores de edad se formen pensamientos xenófobos por culpa de las magistrales exposiciones de los mayores, causándose a futuro resentimientos que eventualmente podrían generar guerras y actos de violencia de parte y parte. Usted escoja, si construye, o destruye.

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Robert Mestre Herrera: