Con la llegada del coronavirus covid-19 se vinieron cambios en nuestra forma de trabajar, pues se implementó la modalidad del teletrabajo o trabajo a distancia. Fue así como de las audiencias de conciliación presenciales programadas por los juzgados, se pasó a las audiencias virtuales a través de la plataforma Microsoft Teams, donde se hace lo mismo, solo que frente a un computador y desde la comodidad de la casa. Entonces las mañanas se dedican a la atención de las audiencias judiciales, notificaciones y traslados, y en la tarde se programan audiencias de conciliación, pero esta vez en sede administrativa y ya no como un interviniente más, sino en calidad de organizador.
Las bondades de la conciliación siguen dando buenos frutos, pues se concede a las partes la posibilidad de que sean ellos mismos los que solucionen de manera amigable sus diferencias, de tal manera que no haya vencedores ni vencidos. Los usuarios poco a poco se han acostumbrado a la virtualidad y han entendido que es la mejor manera de realizar las diligencias sin peligro de contagio. El promedio de audiencias semanales viene en vertiginoso aumento pues de dos diligencias semanales se ha pasado a un promedio de seis por semana, lo que es bastante prometedor.
La mayoría de estas audiencias de conciliación terminan en acuerdos, pues finalmente los usuarios han entendido que resulta mucho mejor llegar a un arreglo amigable, que iniciar un litigio prolongado y costoso con un resultado incierto, pues las decisiones judiciales siempre serán una contingencia.
La tecnología está siendo de gran ayuda y la Resolución número 3507 de 2020 reguló los trámites administrativos de restablecimiento de derechos en favor de los niños, niñas y adolescentes, dándole plena validez a los trámites administrativos en tiempos de pandemia. No basta entonces con mandar el acta suscrita por el funcionario conciliador, es necesario también que quede la videograbación como soporte y que se tome una foto digital de quienes tomaron parte en la diligencia.
En cuanto a las garantías legales en sede administrativa se respeta el derecho de las partes a ser representadas, si así lo desean, por sus abogados de confianza, sin perder de vista que se trata es de una conciliación y no de un litigio propiamente dicho. En síntesis, la virtualidad llegó para quedarse, no creo que después de esto se pierda el terreno que se ha ganado con la virtualidad.
Nota de cierre: La amarga experiencia que nos dejó la explotación carbonífera se repetirá con la explotación del cobre y del oro, cuyos resultados serán, sin lugar a dudas, mas destrucción del medio ambiente, desempleo, enfermedades respiratorias agudas, y la expansión de la corrupción. Nadie parece estar interesado en invertir en la explotación de las energías limpias como la solar o la eólica. ¡Qué tristeza! darioarregoces@hotmail.com