El caso de Luis David Ospino, acusado de ser cómplice del feminicidio de Diana Patricia Cuello, fue llevado ante el Juzgado 14 Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Valledupar. Los hechos ocurrieron el 23 de febrero de 2023 en la residencia de la víctima, ubicada en la calle 7 C del barrio Divino Niño de Valledupar.
A Ospino se le imputaron los delitos de hurto agravado y feminicidio agravado en concurso heterogéneo con grado de complicidad, cargos que no aceptó.
LA GÉNESIS DEL CRIMEN
El fiscal 18 seccional, Fredis Portela, expuso que el 16 de marzo de 2022, Anuar Cabarcas -expareja sentimental de la hoy occisa, quien se encuentra privado de la libertad desde el 26 de agosto de 2023-, aprovechando la relación sentimental con Diana, tomó prestada su motocicleta y luego la vendió sin su consentimiento, amenazándola cuando ella le pidió el vehículo y 15 millones de pesos que este le debía. Diana denunció a Cabarcas, lo que eventualmente llevó a la ruptura de su relación.
Tras la ruptura, Diana inició una amistad con Luis Ospino, quien frecuentaba su residencia. Ospino y Cabarcas tuvieron una conversación en la que Cabarcas expresó su intención de causar daño a Diana por presionarlo para que le pagara el dinero que le debía. Cabarcas ofreció a Ospino saldar una deuda de apuesta con un televisor y un enfriador a cambio de su colaboración.
EL DÍA DEL FEMINICIDIO
El 23 de febrero de 2023, Diana permitió el ingreso de Cabarcas y Ospino a su casa confiando en ellos. Una vez dentro, Cabarcas la agredió físicamente y, cuando Diana intentó escapar, Ospino la empujó hacia Cabarcas, quien procedió a golpearla brutalmente, en la cara y el rostro con ladrillos, hasta causarle la muerte. El diagnóstico médico legal reveló que Diana murió a causa de politraumatismo craneofacial severo “ocasionado con objeto contundente, en un escenario de violencia infundado”.
Además de cometer el feminicidio, Cabarcas y Ospino robaron varios electrodomésticos de la casa de Diana, llevándolos en un taxi y un motocarguero.
TESTIMONIOS Y PRUEBAS
En la audiencia se presentó el testimonio de la expareja de Ospino, quien relató que Ospino le confesó su participación en el crimen. “El día 24 de abril Luis me llamó dos veces, en la mañana y en la noche, me dijo que fuera al centro que nos encontráramos en un hotel, que lo ayudara, que la familia le había dado la espalda, yo le pregunté que qué era lo que le estaba pasando y me pidió que fuera que él me contaba todo. A eso de las 10:30 p. m. nos vimos y él se puso a llorar y me empezó a comentar sobre el caso de la muchacha Diana, yo le pregunté cómo conoció él a esa muchacha y me dijo que un día que yo lo mandé a buscar una lavadora en el barrio Divino Niño ella le pidió una y le dijo: nene mándame una para acá y él le dijo bueno, pero me brinda tinto. Desde entonces siguió visitando de forma permanente la residencia y luego de ello en una borrachera con Anuar él le contó que lo tenían aburrido por una plata”, dice aparte del testimonio de la mujer.
Además, se expusieron otras entrevistas y pruebas materiales que respaldaban la complicidad de Ospino en el feminicidio.
ENVIADO A LA CÁRCEL
La Fiscalía argumentó que Ospino conocía la relación violenta entre Cabarcas y Diana y que ambos se aprovecharon de la vulnerabilidad de la víctima. La juez determinó que había una inferencia razonable de la participación de Ospino en el feminicidio y ordenó su reclusión en un centro penitenciario del INPEC, por considerarlo un peligro para las víctimas indirectas. Ospino fue enviado al centro de reclusión de la cárcel Judicial en lugar de la Permanente Central debido a amenazas contra su vida por parte de Cabarcas.
Al finalizar la audiencia, los familiares de la víctima, al conocer el modus operandi de cómo fue asesinada Diana Cuello, mostraron su tristeza, especialmente su madre, quien dijo que su hija “no se merecía eso”.