¡Atrévete a soñar!

Una persona sin visión, sin objetivos y planes de acción, tiene como propósito implícito en su vida, uno de los siguientes panoramas: intentar y fallar una y otra vez sin saber por qué, culpar a otros por lo que no ha sido capaz de hacer, o, trabajar arduamente por el sueño de alguien más.

Si deseas ser productivo, generar tus propios recursos y sembrar bienestar integral para ti y tu familia, debes aprender, cómo opera una empresa autosustentable. Para ello, lo primero que debes hacer, es definir una visión; la visión es como cerrar los ojos y plasmar en tu mente una imagen clara de cómo te ves en determinado tiempo, pueden ser 5 o 10 años, y ver con claridad, dónde y cómo deseas estar, con quién deseas estar y para qué deseas estar allí. Ese para qué es muy importante, toda vez que es el motor que hace que la visión, cobre valor.

Si ya tienes la visión, ahora piensa en una misión, que sería el caminito que debes recorrer, lo que debes hacer para llegar allí. Para que una empresa funcione, no sólo debe definir qué debe hacer, debe además delimitar un plan de acción con cronograma incluido, para cada una de sus metas. Ten presente que cada meta tiene submetas, o pequeños pasos para alcanzar la meta macro, y entre más específicos seamos, mejores resultados vamos a tener. Por ejemplo, no puedes tener como meta tener un carro, cuando no tienes una fuente de ingresos, o no puedes tener como meta tener una pareja, si no te conoces, eres inestable, o no sabes poner límites, bueno, de poder puedes, pero terminarás en una de las tres opciones, que planteé al inicio. Es preciso identificar la semilla de todo fruto, sus bases, los cimientos, de lo contrario, será como construir un gran edificio, sobre un lago congelado.

Ahora sigue la parte más importante y especial, la de seleccionar el personal que trabajará en tu empresa, en este caso, en tu vida. Para ello, se definen perfiles, que son los que deben estar alineados con cada uno de los cargos; cada cargo, tiene un propósito, y el perfil, debe reunir los requisitos para que dicho propósito se cumpla, y ello, incluye estudios, competencias, experiencia, y otras variables, entre más grande sea, más requisitos tendrá. A nivel personal, si queremos relaciones con el propósito de edificar, y no de arruinar nuestras vidas, debemos delimitar un perfil con base en ello. A la hora de contratar personal, las empresas tienen dos opciones, la primera, vincular personas que cumplen con todos los requisitos, y pagarles un salario acorde a su perfil, y la segunda, vincular personas que no cumplen con los requisitos, toda vez que la empresa no cuenta con los recursos para pagar buenos salarios, y, obviamente, invertir en capacitación constante. 

Existen personas cansadas por estar constantemente capacitando a su pareja, toda vez que incurrió en el error de no delimitar un perfil, o, no haber invertido primero en si misma, y en lugar de establecer como meta inicial, mejorar su autoestima, seguridad y confianza, delimitó, conseguir una pareja, para después, terminarla de educar, brindándole además las experiencias que necesita, para su desarrollo. El problema, es que en ocasiones, después de la educación y la experiencia, la persona decide que tiene otro objetivo en su vida, por ello, es importante que tengamos definidos nuestros propósitos, de lo contrario, muchas personas, sin un plan de vida, acabarán con la visión, que algún día soñamos.

Por: María Angélica Vega Aroca.

Psicóloga.

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