Por Carlos Mario Jiménez
carlos.jimenez@elpilon.com.co
La tala de árboles se ha convertido en una de las especialidades que han escogido algunos constructores, en Valledupar y sus afueras, para cumplir el objetivo de levantar sus grandes edificaciones.
EL PILÓN encontró,en la mañana de ayer, un ‘atentado' hecho a la naturaleza en esta población, en inmediaciones del Batallón La Popa, a escaso 700 metros de la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, cuando trabajadores de una firma, no conocida por este diario, demolían más de 20 árboles de diferentes tipos.
Con maquinaria pesada, y utilizando además vehículos pequeños para sacar el tallo de la tierra, varios hombres trabajaron durante por lo menos dos horas sin recibir intervención de las autoridades.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a través de su Oficina de Comunicaciones informó que notificaría a la Oficina Jurídica de la entidad y enviaría una visita técnica al sitio de los hechos para inspeccionar la situación.
El hecho se presentó después de las 10:00 de la mañana, los terrenos donde se ejecutaron las acciones contra el medio ambiente tiene una longitud de algunos 50 metros. Quienes realizan estos actos en contra de la naturaleza son personas de la construcción que, sin consultar a las entidades encargadas de otorgar el permiso especial para realizar estos trabajos, proceden a cortar uno o varios árboles, lo cual es sancionado por la Ley 1333 de 2009 con multas de hasta cinco mil salarios mínimos diarios, es decir, 85 millones de pesos.
Las sanciones por la infracción de talar o arrancar árboles sin permiso se aplican de acuerdo al tipo y magnitud del impacto ambiental del hecho. Los infractores utilizan carretillas, camiones particulares y equipos como motosierras para realizar las talas, que les son incautados una vez se comprueba que cometieron el ilícito.
En Valledupar, en días anteriores se denunció el caso de un nuevo centro comercial que se radicará en la ciudad y realizó la tala de amplia población verde, veedores y habitantes de la ciudad rechazaron el hecho; Corpocesar autorizó la erradicación de 40 árboles, frente a la obra de construcción.