Antes de tratar este tema, vale la pena hacernos la siguiente pregunta, ¿Crees que el ser humano es el resultado del medioambiente o que el medioambiente es el resultado del modo de vivir y de actuar del ser humano?
Nos parece importante abordar tres aspectos estratégicos de este problema de gran escala debido a sus potenciales efectos: La geopolítica del agua. Este tema ha cobrado cada vez más importancia debido a las crecientes tensiones territoriales y los diversos intereses por el dominio y provecho de los cuerpos de agua entre comunidades, regiones y naciones. Numerosas organizaciones e industrias reclaman el derecho a usufructuar el agua con fines productivos y económicos, lo cual entra en conflicto con la soberanía de las naciones y con los derechos de las comunidades.
Adicionalmente, la sociedad de consumo se basa, en gran medida, en el agua consumida y contaminada a lo largo de la cadena productiva, lo que marca una considerable desigualdad en el aprovechamiento del recurso hídrico y la huella hídrica entre diversas regiones del planeta, así como la competencia internacional por el dominio de los cuerpos de aguas en diversas zonas del mundo.
La gobernanza del agua. Ante este problema geopolítico, es fundamental fortalecer la gestión integral del recurso hídrico (GIRH) mediante la participación ciudadana en pro de la sostenibilidad ambiental y la equidad.
Colombia con su enorme riqueza natural, demanda una autoridad económica, política y administrativa que representa los derechos e intereses de las comunidades y la ciudadanía.
En contraste, la carencia de gobernanza en el país ha provocado mayor inequidad en la distribución de los recursos y servicios; grandes desequilibrios y catástrofes medioambientales; pobreza en algunas regiones del país; pérdida de soberanía como una débil gestión transfronteriza, oceánica y local, así como el desperdicio del potencial real del agua territorial y oceánica para el desarrollo sostenible.
El abastecimiento de agua. La humanidad enfrenta una crisis de abastecimiento de agua. Este es el segundo riesgo global de mayor impacto y uno de los cinco más probables. Se pensaba que la población colombiana no vivía momentos difíciles al respecto, pero el panorama es mas complejo. Varios informes nacionales evidencian que el 89% de los municipios (contamos con 1103) y más de la mitad de la población del país afronta problemas de abastecimiento de agua potable.
Esto muestra un preocupante rezago en términos de cobertura de agua potable en el país si se compara con la región y el mundo, debido a la creciente demanda y la afectación de la oferta natural por el ciclo hidrológico del clima, el uso del suelo, las condiciones geográficas y geológicas, así como la mala calidad del agua potable por contaminación, fallas en producción y regulación hídrica. Esto hay que enfrentarlo y resolverlo porque puede desencadenar una crisis de graves consecuencias.