ENTRE OTRAS COSAS…
Por: Dario Arregoces
El Derecho de toda persona a la libertad de pensamiento, conciencia y de religión, incluye también la libertad de cambiar de creencias, así como la libertad de manifestarlas individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia, así se establece en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y nadie tiene porque ser molestado y menos discriminado por parte de persona(s) o entidad(es) que profese(n) distinto credo, siempre que no sean contrarias al orden público y las sanas costumbres.
No obstante, todavía hay rezagos en este particular y la intolerancia por motivos religiosos ha sido y sigue siendo motivo de confrontaciones y derramamientos de sangre. Al respecto, noticias internacionales recientes dan cuenta de que la Pakistaní Asia Bibi, fue condenada a la pena capital por el delito de blasfemia, que según el diccionario de la Lengua Española consultado, significa palabra o acto injurioso contra Dios.
Los hechos se remontan al año 2009 cuando Asia Bibi, mujer cristiana, de 45 años, dedicada a las labores del campo, se encontraba laborando con un grupo de mujeres musulmanas, las cuales mandaron a Asia Bibi a buscar agua, pero al percatarse de sus convicciones religiosas, le exigieron que se convirtiera al Islam, a lo que ella se opuso manifestando: “Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad” y preguntó a las mujeres ¿Qué había hecho Mahoma por ellas? Lo que de inmediato dio paso a la denuncia penal por el delito de marras y sometida la causa al Juez de conocimiento, éste procedió a dar aplicación al artículo 295 del Código Penal Pakistaní, que prevé para el punible de blasfemia, la pena capital, no sin antes descartar la temeridad de la misma y la existencia de circunstancias atenuantes.
No obstante antes de entrar a la cárcel a la que fue recluida, el Juez instó una vez más a la valiente Bibi, para que se convirtiera al Islam y se librara de la pena de muerte, a lo que ella contestó:”Prefiero morir como cristiana que salir de la prisión siendo musulmana”. Y agregó: “Yo no soy criminal soy cristiana, creo en Dios y en su inmenso amor. Si el Juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él”.
Es de recordar que Pakistán es signatario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que al consagrar el delito de Blasfemia en el Código Penal, no hace más que contravenir lo dispuesto en dicho instrumento, estos fueron los argumentos de la Iglesia representada en el Director de Obras Misionales en Pakistán, padre Mario Rodríguez, quien por lo demás aboga por la abolición del delito de Blasfemia.
Este hecho generó la solidaridad del mundo católico, lográndose finalmente que se le concediera el indulto a favor de Bibi, siendo esta, la mejor noticia con la que inició el mes de Diciembre.
NOTAS DE CIERRE:
A propósito del tema religioso, queremos felicitar al señor Alcalde Luis Fabián Fernández, por los adornos navideños, que alegran la temporada de adviento, pero queremos recordarle que no debe prescindirse del pesebre en la Plaza, pues es lo verdaderamente tradicional. Asimismo, deseo recomendar a los padres de familia que no permitan a sus hijos usar pólvora, pues eso es poner en grave peligro su integridad física, amén de las sanciones a que se hacen acreedores.
Finalmente, quiero desearles a mis amables lectores una Feliz Navidad y un Venturoso Año Nuevo. Esta columna hará un breve receso y será retomada en el mes de Enero de 2011.
darioarregoces@hotmail.com