La cárcel transforma la vida de las personas. Adentro tiene un ‘instrumento’ que cambia a los músicos, quizás la soledad y el hecho de estar apartados del alcohol y las drogas, incluso de las mujeres, los obliga a ‘armonizarse’ con los pecados para encontrarse con un escenario religioso que los lleva a Dios.
El caso representativo en el género vallenato es el cantautor Diomedes Díaz, quien estuvo recluido en la Cárcel Judicial de Valledupar culpado por la muerte de Doris Adriana Niño. ‘El Cacique de la Junta’ preso en el penal hizo una canción que llamó ‘Experiencias vividas, que salió al mercado musical en el año de 1999: En una cárcel lejana donde quedé reseñado / allí estuve sindicado por una mala jugada / después caí en una cama por más de un año acostado / pero aquí estoy parado con mi fanaticada/.
Diomedes fue el último artista del vallenato que la justicia colombiana condenó por un hecho judicial. Pero desde el 16 de abril del 2012 y hasta el 8 de septiembre de 2014 la historia se repitió. Ese día, el acordeonero Juan David Herrera Pimentel recibió una pena de 15 años y seis meses de prisión, por el delito de acceso carnal abusivo en concurso con acto sexual abusivo con menor de 14 años.
El Rey Vallenato 1996 enfrentó duras batallas en los festivales del país, en la más complicada salió airoso cuando derrotó al único ganador en tres ocasiones del Festival Vallenato, Alfredo Gutiérrez. Pero con la justicia ha sido perdedor. Primero fue condenado a 26 meses de prisión el 21 de enero de 2010 por el delito de inasistencia alimentaria, y cuatro años después, nuevamente un Juez de la República lo sentenció a quedarse en una cárcel, que hoy registra un 320% de hacinamiento.
Obligado a cambiar las tarimas por una celda, a enjaular la combinación de ‘pitos con bajos’ en un penal, su modo ‘pícaro’ de componer para retar a los rivales, decidió hacer un cambio celestial.
‘El Pollito’ Herrera ahora ‘teje’ versos para Dios. En entrevista con EL PILÓN desde la Cárcel Judicial, el acordeonero que grabó éxitos al lado de Miguel Morales como ‘Mi diosa humana’, ‘Que me puedas amar’, ‘No debí enamorarme’, ‘No te detengas’, ‘Sirena encantada’, entre otros, contó cómo es su vida alejado de los escenarios, el alcohol, las parrandas, amigos y familiares.
“Me siento bien, en la vida es una experiencias más, ayuda mucho a reflexionar en algunas cosas como la parte familiar y en los amigos, porque los amigos se conocen en el tiempo malo y no todo aquel que habla tiene la razón. He compuesto muchas canciones cristianas y modernas, he tenido mucho tiempo para analizar y buscar de Dios que es lo primordial”, dijo Juan David Herrera.
Su acordeón le quiere hablar. No hay tono y botón del instrumento que falte por escudriñar en el patio cinco donde permanece hace 550 días. Para él las noches son más largas que el día, porque cuando cumplía compromisos musicales no dormía de noche, sino en las mañanas, entonces deambula entre versículos bíblicos y sueños por cumplir, como el de regresar a competencias en el Festival Vallenato. Este año pretendía hacerlo, pero la Juez del caso le negó el permiso y sus notas quedaron silenciadas, “con la ayuda de Dios estoy mirando si el próximo año tengo la oportunidad de presentarme en el Festival Vallenato, tengo fe que será así”.
Por el talento en el acordeón, las directivas de la Cárcel Judicial lo tienen como profesor de música, “normalmente de lunes a viernes estoy en la parte educativa, soy instructor en la Cárcel, le doy clases a los internos de acordeón, caja, guacharaca, tambora y a diario ensayo aproximadamente cuatro horas con el acordeón, nunca lo dejo”, asegura.
Diomedes lo trasnochó
Diomedes Díaz al igual que ‘El Pollito’ Herrera recorrió los pasillos de la Cárcel Judicial. Fueron en total 32 meses los que pasó ‘El Cacique’ en prisión, desde el 2002 cuando se entregó a las autoridades que lo buscaban por la muerte de Doris Adriana Niño. Por el hecho, el artista quien falleció el pasado 22 de diciembre también pagó una suma de dinero a la familia de Niño, 100 millones por daños morales y 35 millones por los materiales.
En ese trasegar de historias y encuentros con Dios, Herrera Pimentel compuso una canción en honor a Diomedes: “Ay divino creador que hiciste el mundo bien hecho y que a cada uno le regalaste un don, oh bendito Dios yo no olvido ni un momento que lo que yo tengo te lo debo a ti señor / es homenajeado el más grande del folclor que por sus canciones se recuerda todavía / es irreemplazable como él no hay otro mejor, ese gran cantante llamado Diomedes Díaz / hermano Diomedes ya te fuiste compañero, tu nombre por siempre quedará en nuestro folclor, te fuiste del Valle acompañar a Consuelo y a tu acordeonero que se llamó Juancho Rois”.
La interpretó porque sueña con que alguna agrupación se interese por grabarla, pero si nadie lo hace, esperará el momento para hacerlo, o intentará como hizo Diomedes en sus años de reclusión, quien grabó varias producciones con permiso especial.
La fe, su mejor instrumento
En medio de la entrevista, Herrera Pimentel abrió un maletín en el que guarda dos cuadernos y los documentos de la apelación que hizo su abogado frente a la sentencia interpuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Valledupar. También salieron de sus ojos lágrimas.
“Tengo la fe y no la pierdo de que así como los he visto salir condenados por unos jueces y un fiscal, después de una apelación en el Tribunal salen libres; esa es mi fe en Dios y nunca la perderé, porque ante los ojos de Dios soy inocente y lo digo diez mil veces, soy inocente”.
Lloró al sentir tanta emoción cuando interpretaba una de las estrofas que ha compuesto dentro del penal / “Dios dame fuerzas para yo seguir luchando, son muchos los tropiezos que he tenido en la vida… me da sentimiento (lágrimas) porque es bonito expresar eso. De pronto afuera los seguidores creen que me estoy muriendo, no se preocupen”, y aprovechó para enviar un mensaje a quienes preguntan constantemente por su estadía: “decirle a los seguidores que le dediquen tiempo al arte, la constancia en la vida es lo primordial, a veces nos proponemos metas y para cumplirlas tenemos que hacer las cosas bien”.
En la entrevista con EL PILÓN en la Cárcel Judicial, este acordeonero de 39 años y padre de tres hijos dijo que siempre ha dicho que las cosas pasan por algo, “todo sufrimiento en vida sus ganancias tiene, lo que a veces crees que es malo hasta te conviene, debe ser que Dios tiene un propósito conmigo”, recalcó Juan David Herrera.
La captura
El 16 de abril de 2012, miembros de la Sijin de la Policía capturaron a Juan David Herrera Pimentel en las afueras de su residencia ubicada en el barrio Primero de Mayo de Valledupar, tras una denuncia de acceso carnal abusivo y actos sexuales con menor de catorce años.
El acordeonero fue denunciado por la madre de la víctima, una menor de 12 años, quien aseguró que ‘El Pollito’ abusó de su hija en dos ocasiones (el siete de octubre de 2011, cuando supuestamente le hizo tocamiento de los genitales, pero no la penetró. Sin embargo, el día 18 del mismo mes, si habría consumado el acto sexual en la casa de la niña).
Violación de Derechos
Una evidente violación de Derechos Humanos viven los reclusos en la Cárcel Judicial de Valledupar. El primero es la parte del hacinamiento, que llega a un 320% según las cifras del capitán del Inpec, Luis Perdomo.
En el centro carcelario hay siete patios, entre ellos uno para mujeres y otro denominado ERE (Establecimiento de Reclusión Especial), la capacidad normal del plantel es de 256 internos, pero hay 980.
El problema de la Judicial no es el único, la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad también cuenta con problemas denunciados por la misma guardia, así como también la Unidad de Reacción Inmediata (URI) y la Estación Permanente Central de la Policía Nacional.
Actualmente, en la Cárcel Judicial hay 980 reclusos bajo el cuidado de 80 guardas de seguridad, mientras que el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Mediana Seguridad permanecen 1.575 reos cuidados por 206 guardianes.
Aunque en Colombia hay 138 prisiones con capacidad para alojar 76.000 presos, estas albergan a 120.674 presos, según el Ministerio de Justicia. Aparte del hacinamiento, el sistema penitenciario y carcelario del país enfrenta otros problemas como el de la salud, el consumo de agua y las pésimas condiciones sanitarias, que son evidentes. Por ejemplo en el patio uno de la Cárcel Judicial en Valledupar, hay una tasa sanitaria para que 78 mujeres hagan sus necesidades.
El Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez solicitó hace algunos meses al Gobierno Nacional analizar la posibilidad de declarar la emergencia social en todo el país para enfrentar la crisis que se registra por cuenta del hacinamiento.
“El hacinamiento carcelario en Colombia alcanza el 58,3%, una cifra sin precedentes en la historia reciente del país y en algunas cárceles llega hasta niveles del 400%, como ocurre en Riohacha o del 147% como el registrado en la cárcel Modelo de Barranquilla”, afirmó Otálora Gómez.
En la capital del Cesar, organismos del Ministerio Público como la Personería y la Defensoría han llamado la atención del Gobierno para intervenir el problema de los centros carcelarios, pero no han tenido solución.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co