En el año 2016, con el inicio de la administración de Augusto Ramírez Uhía, empezaron distintos procesos de mejora y adecuaciones en Valledupar, entre ellos, uno que ha respondido al clamor de los vallenatos es la denominada operación ‘Tapa huecos’, con la cual se ha ido atacando el problema de deterioro de la malla vial.
En principio se hizo una inversión aproximada de $2.000 millones que fue con la que empezaron a tapar los huecos más críticos. Para el año 2017 la operación se hizo de manera puntual y en su primera etapa se invirtieron $2.600 millones con los que se lograron tapar cerca de 1.000 huecos en la ciudad. Para finales del mismo año y con una ejecución vigente que va en el 85%, se ha hecho una inversión aproximada de $2.400 millones con la que han logrado llegar a un ‘récord’ de 2.200 huecos tapados, según explicó Juan Pablo Morón, secretario de Obras Municipal, quien enfatizó que además de concreto rígido han intervenido vías que son en carpeta asfáltica.
Para el adelanto de estas obras han organizado un inventario que se alimenta periódicamente del que priorizan los huecos que se encuentran en estado crítico y que no solo son tapados sino que según el requerimiento demuelen, reemplazan y garantizan que la placa quede prácticamente nueva.
Según el funcionario de acuerdo a dicho inventario, sumado a lo que está en el plan de ordenamiento y el recorrido físico que se ha hecho desde el primer día de gobierno, Identificaron que cerca del 85% de la malla vial necesitaba algún tipo de intervención, ya fuera de reposición o mantenimiento por cualquier tipo de afectación. Hasta ahora se ha podido llegar casi al 50% de la malla vial con lo han superado una brecha grande.
Sin embargo, la meta es garantizar la formulación y diseño de todos los proyectos requeridos para lograr que Valledupar quede con buenas vías.
Además de ser un trabajo de renovación también Contemplan hacer el mantenimiento, para lo cual se ha proyectado un programa presupuestado con $ 10.132 millones que comprende varios componentes: pavimentos nuevos donde van a intervenir aproximadamente tres kilómetros más en barrios donde no hay pavimento, otro porcentaje dividido en mantenimiento que representa la terminación de pavimentos inconclusos en barrios, que incluye los ajedreces, otro factor desde hace décadas cuando empezaron a pavimentarse por autogestión algunas vías y el mantenimiento de la malla vial en algunas lozas en concreto que presentan fisuras o grietas producto de su vejez, de la falta de mantenimiento o del mal uso. Con lo que asegura adelantarán proyectos de este tipo hasta el último día de administración.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS CIUDADANOS
Además del desgaste que tiene gran parte de la malla vial de la ciudad por el deterioro progresivo que traen los años y la falta de protección, otro motivo que ha hecho común que la presencia de huecos sea más notoria es la rotura del pavimento por parte de particulares, para hacer conexiones de alcantarillado sanitario o acueducto. Con relación a esto, han dispuesto un equipo técnico encargado de supervisar que la gente adelante estas acciones de la manera correcta y que pidan las respectivas autorizaciones. Aunque considera que ha disminuido ese porcentaje de deterioro notablemente porque los ciudadanos están teniendo más conciencia de que hay que pedir el permiso y la autoridad es más exigente en la reparación de las losas de concreto.
“Si una persona tiene que hacer una conexión domiciliaria, tiene que solicitarlo, informarnos y nosotros hacemos un presupuesto de la intervención y el usuario paga la sanción por rotura que tiene como propósito que esos recaudos como fuente de financiación sirvan para ser reinvertidos en el tema de mantenimiento vial y también para que la gente tenga sentido de pertenencia” explicó el secretario de Obras.
Además, para lograr que una persona que haya hecho una rotura hace cinco años, que hoy es un hueco, arregle ante el reclamo de la administración, representa una ganancia porque es un recurso que se puede invertirse en otra parte. Con esta acción se ha logrado un mayor control en tanto vigilan cómo están haciendo el proyecto, que cuente con la señalización adecuada y que tapen bien y han obtenido también buenos resultados.
EL ORDEN DE ACCIÓN
En cuanto a las quejas y requerimiento que hace la comunidad por la presencia de daños en la malla vial, Juan Pablo Morón aclaró que “la prioridad son avenidas principales y hemos querido mantener esa línea porque son las áreas de mayor tráfico dentro de la ciudad. Hemos podido recibir quejas porque en el interior de algunos barrios hay algunos deterioros que nos reclaman, pero he sido muy insistente en ese sentido, hay que tener en cuenta el estado de la vía . No es prioritario porque un barrio u otro lo pida, lo es por el que se encuentre en mayor estado crítico”.
RECEPCIÓN DE LA COMUNIDAD
Ante la inquietud de cómo ha recibido la comunidad esta operación de mejoramiento de vías, Morón es optimista al asegurar que se ha visto muy bien la responsabilidad con que han trabajado y la rapidez con lo que lo han hecho, puesto que comenzar a intervenir un hueco que es arreglado a los cinco días es favorable, además que han atendido simultáneamente durante todo el proceso diez puntos a la vez, con lo que se ha visto una dinámica en toda la geografía de la ciudad.
De igual manera invita todos los vallenatos a que tengan más respeto por la malla vial y sobre todo a que no rompan las losas de concreto en las vías sin permiso, ya que en la medida que eso disminuye tienen una capacidad de respuesta mayor y cada vez van logrando superar el porcentaje de deterioro, que les permite ejecutar trabajos en más lugares. Concluyó que el éxito de la operación ‘Tapa huecos’ depende de la ciudadanía, pues de nada sirve tapar si otros abren sin ningún tipo de sentido pertenencia por lo público.
Daniela Rincones | EL PILÓN