En Montería:
El gobierno ofreció una recompensa a quienes den información sobre los responsables de la muerte del periodista Clodomiro Castilla, asesinado ayer en Montería.
AP y EL PILON. Un periodista que era conocido por denunciar el accionar del paramilitarismo y sus alianzas con elites regionales fue acribillado en su residencia, informaron el sábado las autoridades.
Se trata de Clodomiro Castilla, de 50 años, murió baleado el viernes cerca de las 9 de la noche (0200 GMT del sábado) en su casa ubicada en una barriada en el sureste de Montería, Córdoba, dijo Jaime Cuervo, director en Montería del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía.
Castilla estaba sentado en la terraza frontal de su casa donde llegaron en una moto dos sicarios, uno de los cuales disparó una ráfaga con una pistola nueve milímetros matando al periodista de varios tiros, agregó Cuervo en entrevista telefónica con la agencia AP.
El presidente Alvaro Uribe, en un discurso en Ibagué, a unos 130 kilómetros al oeste de Bogotá, ofreció el equivalente a unos 26.300 dólares de recompensa para quien ofrezca datos sobre los autores del crimen.
El asesinato de Castilla llegó “cuando pensábamos superada esta tragedia (de crímenes de reporteros)… hagamos todos los esfuerzos para que este crimen no quede en la impunidad”, dijo Uribe en el acto en Ibagué, que era transmitido en vivo por el estatal Canal Institucional.
Castilla, casado y con cuatro hijos, trabajaba desde hace al menos siete años en el programa matutino de noticias de la emisora La Voz de Montería, desde donde denunció presuntas alianzas del paramilitarismo con las elites regionales de Córdoba, dijo Rafael Gómez, propietario y director de La Voz de Montería.
Gómez, Castilla y un tercer periodista, Adolfo Berrocal, eran los conductores del programa de noticias de cinco y media a siete y media de cada mañana, dijo el director en diálogo telefónico.
Aseguró que su colega era conocido en la región por siempre denunciar actividades de Salvatore Mancuso, un jefe narcoparamilitar, extraditado en mayo del 2008 a Estados Unidos por narcotráfico; así como a sus “amigos” empresarios y ganadores y a quienes responsabilizó de la muerte del periodista.
La no gubernamental Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia dijo en un comunicado que desde agosto de 2006, Castilla hacía parte del programa de protección a periodistas del Ministerio del Interior, que le había asignado escoltas.
Pero “en febrero de 2009 solicitó que le fueran retirados sus escoltas”, dijo la FLIP. Al respecto la esposa del periodista, Gilma Ojeda, indicó que “él mismo los retiró (a los escoltas) porque decía que su escolta era Jesucristo a todo el que le preguntaba”, según la Fundación.
El comandante de la policía de Córdoba, coronel Pedro Franco Sanabria, aseguró que en la misma noche fueron detenidos dos sospechosos después quedaron en libertad por falta de pruebas, agregó la FLIP.
“Estamos en el peor lugar de Colombia”, dijo Gómez al referirse que Montería es percibida como una de las cunas del paramilitarismo. Entre los medios de comunicación de la ciudad y debido al temor “nadie se atreve a decir nada. Nosotros somos los únicos”, agregó.
Contra Castilla “lo que hubo fue una condena a muerte”, dijo Gómez. “Y el paredón fue su casa”.
La muerte de Castilla sería el primer caso de un periodista colombiano asesinado en 2010. De acuerdo con la FLIP, en el país murió un reportero en el 2009, comparado con 2008, en el que no se reportaron víctimas.