DOS PUNTOS.
Por: Germán Piedrahíta R.
Arte Inédito del Cesar, la plástica vallenata al alcance de todos. En un recorrido por los municipios del Cesar observando el trabajo de los artistas en las artes plásticas y más cuando muchos se preparaban para responder con sus obras a la convocatoria abierta por la coordinación departamental, nos encontramos con las mismas preguntas que terminan haciéndose los pintores en Valledupar ante las convocatorias nacionales y tiene que ver, el cuestionamiento, con la “forma” o “manera” de “ver” las obras plásticas por los diferentes curadores o jurados.
Y es que con las ínfulas de lo universal, de los lenguajes internacionales, de las muestras del arte contemporáneo empezamos a ver que se está errando al dejar de lado el entorno social, la capacitación, la variedad y calidad de materiales y todo aquello que forma a un ser humano para que sus respuestas sean acordes a lo que está viviendo y así se termina descalificando, como ha pasado con los curadores con la llamada experiencia internacional por conocer de lo último en París, Nueva York, Múnich, Roma, Londres o Rio de Janeiro, Buenos Aires y más cercanos Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla.
Esos conocedores vienen a medir la expresión de artistas en la región, generalmente autodidactas, con conocimientos del arte y transcurso universal mínimos, con experiencias formativas nulas, con materiales y recursos cortos y -en fin-, con una vida sin los sobresaltos que dieron paso a todos los ismos que ha llevado a los cambios en la pintura. Y si no han pasado por el cubismo, surrealismo, dadaísmo, futurismo, es decir el impresionismo ¿porqué esperar que sus obras sean abstractas, expresionistas, videos o instalaciones?. ¿Se puede pedir que alguien que no sabe sumar resuelva una regla de tres?.
En eso hemos caído en muchos casos y tendemos a minimizar la expresión propia de los pueblos porque se basan en la realidad, en lo figurativo cuando necesariamente lo deben hacer por no tener al alcance otros lenguajes que los lleven a experimentar con nuevas propuestas.
El Cesar, como toda la Región Caribe, está conformada por un pueblo muy creativo, imaginativo y lleno de magia pero real como Cien Años de Soledad o la Casa en el Aire. No por manchar una tela se está en el ámbito de lo moderno.
Recibo con agrado la nota del doctor Álvaro Castro Socarras y por lo tanto espero que al dar la fecha y el lugar para el debate histórico, académico y pedagógico no sólo él sino también los seguidores del texto de Pedro Castro Trespalacios se hagan presentes y participen.
De mi parte, debo recordarle que por años transmití la historia tal cual como aparece en el libro y que siendo director de la Casa de la Cultura, he sido el único en organizar, por dos años el reconocimiento de las autoridades a la Loperena.
Sin embargo, ante llamadas de investigadores leí con cuidado el libro y le he encontrado las inconsistencias que estaré entregando a los estudiosos del tema.
Como esto no debe quedar en retórica, mi compromiso, si sus respuestas aclaran mis dudas y la de los demás investigadores con don Manuel Palencia y Alfredo Mestre, seré el primero en pedir excusas e impulsar una campaña por el reconocimiento nacional en los textos de historia de doña Concepción Loperena; pero, de ser lo contrario, si sus respuestas no son coherentes y convincentes, deberá usted reconocer, si hay equívoco, y solicitar rectificación del texto a los herederos del doctor Pedro Castro Trespalacios.
A los amigos y familiares de Numa Bateman, que sigo esperando su ubicación.
Gracias a quien me la dé.